Sé que ese recuerdo me va a acompañar el resto de mi vida. Daría todo lo que fuera a cambio de que mi madre estuviera viva.
Ser testigo del asesinato de tu madre a los 11 años puede ser un trauma insuperable. Si además, el culpable de su muerte es tu padre, la reacción ante un hecho inconcebible puede provocar el hundimiento de una mente tan bisoña. Esa fue la terrible tragedia que sufrió Jakub Blaszczykowski, el héroe polaco tras su gol ante Rusia en la Eurocopa.
Blaszczykowski superó el asesinato de su madre a manos de su padre, convirtiéndose en uno de los mejores jugadores de Polonia. Ahora, el destino parece querer devolverle una pequeña parte de lo que le arrebató hace 16 años. Esta es la historia que saca a la luz el periodista Cayetano Ros en el diario El País –El trauma infantil de Kuba–, donde desvela como Blaszczykowski estuvo a punto de abandonar el fútbol tras la tragedia:
«El pequeño Jakub, que jugaba entonces en el equipo de su pueblo, el Rakow Czestochowa, dejó el fútbol y fue educado por su abuela. Pero su tío Jerzy Brezczec, excapitán de la selección polaca, lo animó a que volviera a practicar el deporte que llevaba en las entrañas».
Finalmente, Blaszczykowski acabó en las filas del Wisla de Cracovia. Y en 2007 dio el salto a uno de los grandes equipos de la Bundesliga, el Borussia de Dortmund, donde se ha convertido en un ídolo. En declaraciones a una televisión polaca, el internacional polaco, rememoraba esos momentos tan duros:
«Sé que ese recuerdo me va a acompañar el resto de mi vida. Daría todo lo que fuera a cambio de que mi madre estuviera viva. Lo que ocurrió dio un giro de 180 grados a mi vida (…) Nunca entenderé lo que pasó ni la razón por la cual pasó»
UNA DIFÍCIL DECISIÓN
Blaszczykowski no pudo incorporarse a tiempo a la concentración del combinado polaco. La razón estuvo en la muerte de su padre. Y es que pese al repugnante acto que cometió, Kuba, como le apodan en Dortmund, acudió al funeral. Quien sabe si como una manera de cerrar heridas justo antes de la Eurocopa que le ha convertido en el ídolo de Polonia.
«El padre de Jakub fue condenado a 15 años de cárcel. Desde su detención, Jakub Blaszczykowski no volvió a verle más, aunque asistió a su funeral el pasado mes de mayo».