La inesperada derrota de España ante Japón en lo que era el debut de los nuestros en los JJ.OO. de Londres ha puesto en bandeja el tema a tratar para los articulistas de la prensa deportiva, que, como el resto, para nada se esperaban el batacazo ante los nipones.
Alfredo Relaño muestra su desconcierto en ‘As’–La Rojita nos dio un chasco inesperado–:
Esperábamos ver a La Rojita y vimos a un extraño equipo vestido de celeste que dejó una terrible sensación de impotencia ante Japon. […] Era natural esperar el partido con más optimismo, más allá incluso del que ya produce la persistencia en el éxito de nuestro fútbol en todas las categorías. Pero perdimos y lo mejor fue ese 1-0 final, porque Japón desperdició media docena de ocasiones clarísimas. La decepción fue tremenda
La defensa fue una película de terror, tanto en el gol, un córner mal defendido, como en tantísimas malas entregas y regates fallidos que dejaban los balones a los pies e los velicísimos y presionantes delanteros nipones.
Ramón Besa tampoco ahorra calificativos en su crónica en ‘El País’–Una soberana derrota de España en Glasgow–:
El chasco fue monumental para España. Jugó rematadamente mal en un escenario solemne como el Hampden Park contra un rival menor como Japón.
Los japoneses le perdonaron incluso la goleada, circunstancia que agravó todavía más el decepcionante debut de la Roja, un equipo ahora mismo indescifrable: imposible medir sus aspiraciones, impotente, angustiado y caricaturizado como quedó patente en Glasgow.
SPORT ENTRA EN COMPARACIONES CON EL BARCELONA
Sport coincide en su análisis con el resto de periódicos pero le añade su habitual tono culé. Así pues, su director Jan Vehils no tiene reparos en titular su columna de una manera algo discutible, ya que de momento solo se lleva disputado un partido de competición como para hacer conclusiones tan precipitadas–La olímpica no tiene ADN Barça–:
Ocurre que La Roja nos tiene muy mal acostumbrados pero, como el Barça, son inimitables. Ayer, los jugadores de Luis Milla no dieron en ningún momento sensación de equipo conjuntado ni de tener futbolistas capaces de decidir individualmente el encuentro
En Mundo Deportivo, su director adjunto, J.M. Artells, atiza a Luis Milla y sus pupilos–Bofetón olímpico–:
La derrota ante Japón no es sonrojante por el resultado sino por la abrumadora superioridad táctica, la disciplina y el dispendio físico de los asiáticos, desconocidos en el gran circo del fútbol frente a un puñado de jugadores casi consagrados en la mejor Liga del mundo.
El fútbol de moda, el estilo de toque, el modelo que ha llevado a España a las mayores cotas de éxito, quedó ayer por los suelos. Japón arrolló a los herederos de la roja dándoles una lección de humildad