Te toca a ti, Iker. El capitán es clave ahora. Por el bien del Madrid, tiene que dar un paso adelante y defender a su compañero ante las críticas
Josep Pedrerol escribe de nuevo en la columna semanal del diario AS.
Esta vez, el tema tratado por el director, conductor y alma de ‘Punto Pelota’, es la tristeza de Cristiano Ronaldo. Unas líneas sorprendentes que alumbran sobre el caso más polémic:
Más apoyo. Ya sé que lo que conviene es machacar a Cristiano, criticarle por unas palabras poco afortunadas, eso sí, pero que traslucen una realidad que pocos quieren ver. La estrella del Real Madrid quiere sentirse eso, estrella en su club, ni más ni menos.
Se equivocó con la no celebración de sus goles, por supuesto, pero entiendo que sienta envidia por el trato que recibe Messi, el intocable. El argentino es un futbolista grande, muy grande, y en Can Barça lo saben.
Guardiola le protegió más que a nadie porque sabía que les hacía mejores a todos con sus goles, su calidad y su magia.
El blindaje de Messi. Ningún jugador que le hiciera sombra o que le incomodara podía compartir vestuario con el número uno. Normal.
Guardiola hizo lo que debía: blindar de cualquier crítica a Leo. Y aleccionó a los demás sobre quién era el mejor. Ni Xavi ni Iniesta…, Messi tenía que ganar el Balón de Oro. La estrategia era clara: una victoria de su estrella dejaba tocado a Cristiano Ronaldo. Así fue.
Ambición. El portugués quiere ser el número uno y pelea por ese reconocimiento. Fue al Madrid a ganar títulos pero se encontró con el mejor Barça de la historia y eso le ha desquiciado.
Es incapaz de disimular su decepción en una entrega de premios si no es él el gran protagonista. Cristiano vive para el fútbol. Reconozco que a veces resulta difícil disculpar a un tipo que transmite una autosu- fi ciencia que roza la soberbia.
El otro día se equivocó al hablar más de la cuenta ante la Prensa, un día después de decirle a su presidente que le dejase marchar.
En el club atan cabos para buscar una explicación a tan inesperada petición y crece la sospecha de que a Cristiano le llegó una oferta mareante del PSG. Ahora le toca al vestuario demostrar su apoyo.
Un vestuario en el que hay muchas estrellas, algún amigo menos y un símbolo, Casillas.
Te toca a ti, Iker. El capitán es clave ahora. Por el bien del Madrid, tiene que dar un paso adelante y defender a su compañero ante las críticas.
La imagen de ambos, alegres, muy alegres, abrazados en Cibeles tras ganar la Liga, emocionó al madridismo.
Cristiano nunca conseguirá en Madrid el trato que Messi recibe en Barcelona. Son clubes distintos y los medios se manejan de manera muy diferente en uno y otro lugar.
Sus aires de grandeza y de perdonavidas le hacen distante. Se ganó el cariño del Bernabéu, que coreaba su nombre, pero ahora debe empezar de nuevo, debe volver a ganarse su confi anza.
Tiene una ventaja, se parte la cara por el Madrid en todos los partidos y eso la afi ción lo sabe. Pero el club debe protegerle más, desde sus compañeros hasta el presidente. Los ricos también lloran y hasta los guapos, ricos y buenos futbolistas pueden estar tristes.
Un consejo, Cristiano: si fueses más hipócrita te iría mejor… Y Punto Pelota.