En esta ocasión, fue Di María el que falló en la marca, uniéndose a una lista cada vez más extensa de errores defensivos y de concentración.
El Real Madrid certificó este sábado 15 de septiembre de 2012 ante el Sevilla un nefasto comienzo de temporada, perdiendo por segunda vez en las cuatro primeras jornadas y quedando a ocho puntos del FC Barcelona.
Las duras palabras de José Mourinho a la conclusión del choque así lo refrendaron.
El técnico criticó a sus jugadores por un partido excesivamente flojo, argumentando varios de los problemas del equipo. Además, la propia labor del técnico ha dejado bastantes dudas en este comienzo de campaña. La web Ecodiario.es analiza los motivos de este bajón madridista que empieza a convertirse en problemático.
Falta de compromiso
Fue el propio Mourinho el que lo puso de relieve. Los jugadores no están implicados. «Su prioridad, salvo dos o tres, no es el fútbol». Suena preocupante para todo buen aficionado madridista.
Falta de un plan futbolístico
Los cambios de Mourinho han sido constantes. De empezar jugando con un delantero a acabar haciéndolo con cinco. Recurrir a recursos extraños como el de Khedira de lateral diestro. Improvisación continua y aparente falta de criterio.
Falta de pegada
Una de las señas de identidad que han caracterizado al Real Madrid en los últimos años ha desaparecido por completo. La capacidad de hacer goles de la nada no ha hecho acto de presencia en estos primeros partidos de la temporada, dificultando notablemente la tarea del equipo madridista.
Falta de un referente: ¿Dónde está Cristiano Ronaldo?
El ‘7’ está triste. ¿Qué le pasa al ‘7’? Mientras el misterio sigue siendo una absoluta incógnita, Cristiano no aparece sobre el terreno de juego, y ante el Sevilla dio muestras de no estar verdaderamente metido en la dinámica del grupo.
Errores a balón parado
Una vez más, ante el Sevilla el gol en contra llegó en una acción a balón parado. Mourinho insiste en que está todo perfectamente ensayado y en que cada jugador sabe bien lo que debe hacer en esas acciones. Pero a la hora de la verdad, el plan falla una y otra vez.
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