La verdad es que todo depende de cuántos eran, porque si se divide la cuenta, la cosa no es ni la mitad de escandalosa de lo que pretende ‘Interviu‘ y repica ‘El Economista’.
Dice la revista de los desnudos a doble central que el viaje de Mariano Rajoy a Polonia para ver la Eurocopa incluyó una factura que sorprende en un momento en el que desde el Ejecutivo se pregona la austeridad.
Él y cinco de sus colaboradores gastaron mil euros en una copiosa cena en su viaje de vuelta a España.
Además, este ágape, en el que se bebieron siete botellas de vino y diez cervezas, podría no ser la excepción.
Según la revista Interviú cada vez que Mariano Rajoy viaja al extranjero en un avión del Ejército del Aire se le incluye «extra de whisky y vino» que pueden «superar los mil euros en cada vuelo».
De esta forma el presidente se relaja ya que «no le gusta mucho ir en avión», asegura ‘El Economista’, cuya aversión por el actual Gobierno e smás que evidente.
Al viaje a la cumbre del G-20 en México el ejército compró 46 botellas de vino, de las que se bebieron 24. Entre ellos Cardhu, Johnnie Walker, una de vodka, tres de ron Brugal y dos de ginebra Beefeater por un valor de 900 euros para treinta personas.
Los funcionarios que se encargan de servir el cáterin en los vuelos se muestran indignados por los recortes de su sueldo mientras sirven jamón de bellota de 190 euros el kilo.
Hasta el mes de junio se han gastado 128.402 euros en concepto de cáterin, más de la mitad del coste del 2011.
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