El ‘amigo’ de José Mourinho en El País, Diego Torres, vuelve a la carga aprovechando los tres tropiezos seguidos del Real Madrid en la Liga de Campeones. El periodista tira de ‘fuentes’ en el Santiago Bernabéu para confirmar su tesis de que el técnico luso pretende hacer del club de Chamartín una ‘dictadura’:
Según publica Torres en la edición de este 23 de noviembre de 2012 en el periódico de PRISA –La frustración de Mourinho-:
Fue el mánager quien puso a prueba a Florentino Pérez, según fuentes del Bernabéu, cuando hace un mes, a la vuelta de la derrota en Dortmund, le elevó una petición con varios puntos que consideró de urgente cumplimiento para reforzar su poder. La negativa del presidente, hace dos semanas, provocó un persistente estado de ira en Mourinho. Según fuentes de varios estamentos del Madrid, el mánager había planteado sus exigencias como «un todo o nada», diciendo que «esto no puede seguir así» e insinuando que si no acceden a sus deseos la temporada que viene podría dejar el club.
La lista de exigencias, que a juicio de Torres es una suerte de ultimátum, viene encabezada por:
El primer capítulo de reclamos se resume en un respaldo institucional inequívoco de su autoridad en temas como el traspaso de Kaká o su pugna por disciplinar a Ramos y Casillas. El mánager entiende que el club ha permitido que los jugadores le falten el respeto. Solicita sanciones y quiere que se hagan públicas para evitar que el vestuario se le vaya de las manos.
El segundo punto del ultimátum tiene que ver con los próximos mercados de fichajes. Mourinho anunció que pretende fichar y dar de baja a futbolistas importantes, y que necesita que sea el club quien asuma la responsabilidad de las mismas. En este sentido, ha pedido que no se demore más la contratación de un portero joven de primer nivel mundial, listo para competir con Casillas. El mánager dijo a los dirigentes que difundan la idea de que el capitán, de 31 años, ha traspasado la edad de la plenitud física y necesita un recambio.
En tercer lugar, Mourinho lamentó haber recibido tan poco apoyo cuando denunció públicamente al máximo responsable de la cantera, Alberto Toril, por anteponer su beneficio personal al interés general. Por último, recordó al club que a comienzos de la temporada reclamó el fichaje de un portavoz y el club no cumplió en satisfacérselo. El mánager solicitó la incorporación de un ex jugador, alguien respetado entre el madridismo que le descargara del peso de atacar a los árbitros, denunciar rivales o incluso criticar a los jugadores del Madrid si es preciso. En su día, el club le explicó que nadie había querido asumir un papel tan agresivo. Pero Mourinho ha creído que le ignoran.
El redactor de El País destaca que Mou está insatisfecho por la falta de respaldo del club y porque en la planta noble de Bernabéu están llegando desafectos hacia su gestión:
El disgusto de Mourinho ante el rechazo presidencial se acentuó por el argumento que le dieron: su popularidad entre los abonados, que no los seguidores sin carné, ha disminuido. En las oficinas de Chamartín ponderan que Florentino Pérez maneja encuestas nuevas. Y que los datos reflejan que, sin el apoyo social idóneo, no conviene emprender medidas políticamente tan costosas como las que plantea el mánager. La directiva no olvida que quienes votarán en las próximas elecciones son los abonados, no los tuiteros, y que el malestar entre la grada se ha dejado sentir últimamente en partidos de Liga.
Florentino Pérez comunicó a Mourinho que a los socios madridistas, por su «idiosincrasia», no les acaba de convencer el fútbol que practica el equipo porque predomina el aspecto defensivo sobre la organización en ataque. Y que la única forma de compensarlos, a cambio del poder que pide, sería conquistando una Liga de Campeones.
El partido ante el City, que Florentino Pérez presenció en el palco del Etihad, reforzó la posición de la directiva. El presidente abandonó Manchester convencido de que a Mourinho le queda mucho por demostrar antes de recibir las prerrogativas que solicita. Observan en el entorno de la dirigencia que el juego del equipo no ha mejorado en el último año. Que no basta con las goleadas de la Liga. Que esperan que, por una vez, el Madrid se muestre realmente superior a los grandes equipos de Europa.