No veo a Mourinho en condiciones de ganar absolutamente nada. Lo tiene todo en contra
Cada vez que Julián Ruiz habla sube el pan. El partido contra el Valencia, que se saldó con victoria local por dos goles a cero y que acerca al Real Madrid a las semifinales de Copa dejó al ‘Cortador de césped’ de Elmundo.es una serie de reflexiones sobre algunos jugadores merengues. En concreto, no salen para nada bien parados Xabi Alonso, uno de los indiscutibles del Bernabéu, Cristiano Ronaldo, anoche aclamado, Modric e Higuaín.
Sobre el tolosarra, Ruiz dice:
Tengo que reconocer que jamás me ha gustado Xabi Alonso. Jamás. No sé si es por su falta de físico o por órdenes del famélico miedo de Mourinho, cada vez juega más atrás, incrustado casi como quinto defensa. Eso significa que el Madrid sólo sale con un pase largo de Alonso.
CR7 no estuvo afortunado de cara al gol y eso para el crítico musical es la diferencia que le impide ser Balón de Oro frente a Messi:
Dicen que Ronaldo es la salvación . No me lo creo. No se pueden fallar esos dos goles para matar la eliminatoria. A lo mejor, el Madrid se acuerda en Mestalla. Es la gran diferencia con Messi. Él, Bota de Oro, no hubiera fallado ninguna.
Y para finalizar, el croata, que llegó como fichaje estrella del verano procedente del Tottenham por 30 millones de euros y el argentino, que siempre parte como suplente y acaba ganándose el puesto, se llevan el siguiente rapapolvo:
En cuanto a Modric, ya puede el Madrid regarlo con un lazo. Es feo de juego, feo de alma y feo de aciertos. No le sale nada en el Madrid. Está condenado. Higuaín es tan malo que sólo mete goles con la mano.
En otro orden de las cosas, argumenta Ruiz que Mourinho «debería dimitir» para no seguir perdiendo prestigio:
No veo a Mourinho en condiciones de ganar absolutamente nada. Lo tiene todo en contra.
En contra están muchos jugadores, el núcleo duro de los españoles y, sobre todo, una Santa Inquisición que se lo quiere llevar a la hoguera. Mourinho es muy hábil, pero al final no podrá escaparse. Un chivato en el vestuario, un leve error y… adiós.