El diario As quiere poner su granito de arena en resucitar a Kaká. Bastó un buen partido del brasileño, fichado a bombo y platillo por 67 millones de euros que engordaron las arcas del Milán, ante un rival meritorio pero que, no lo olvidemos, ostenta el presupuesto más bajo de la primera división, para que Alfredo Relaño se atreva a aventurar en portada:
Kaká: Rayo de esperanza
Lo que ocurre es que un buen partido, puntual, del mediapunta carioca no puede disimular el fiasco de su inversión. El futbolista se ha dedicado a cobrar el mismo sueldo multimillonario que tiene Cristiano Ronaldo desde su llegada para aportar prácticamente nada, anteponer su Selección a su club para poder disputar el Mundial de Sudafrica y finalmente fallar en las citas importantes, como cuando falló uno de los penaltis ante el Bayern de Múnich en las semifinales de la Champions del año pasado. Sin embargo, para algunos medios, tiene el crédito intacto, y se le sigue esperando. En el As escribe su director, Alfredo Relaño–Ante la segunda plenitud de Kaká–:
Dos goles rápidos, un expulsado más rápido aún (dos tarjetas en un minuto), setenta minutos de dominio infructuoso del Rayo, ninguna parada de Diego López, tres puntos para el Madrid. Esos son los datos de un partido que no pasará a la historia pero que deja al menos renacer la esperanza de que Kaká aún pueda ser una baza a jugar por Mourinho en el Camp Nou y en Old Trafford, donde pronto encadenará sendos partidos a los que va obligado a ganar. Porque Kaká estuvo bien otra vez, y es la segunda. Dos puntos definen una línea, lo dijo Euclides. Quizá Kaká sigue ahí, después de todo.
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Pero estaba en Kaká: veloz, preciso, peligroso en el disparo desde el borde del área, inteligente, implicado, buen socio de Cristiano y Özil. El Bernabéu quiere quererle y se nota. Ayer me pareció que ha alcanzado una segunda plenitud. Con espacios, sí, pero los habrá en el Camp Nou y en Old Trafford. Un jugador así, en condiciones y con ganas (ambas cosas nunca las ha reunido en el Madrid) no es para ser desperdiciado, y menos si Di María sigue sin aparecer.
También en el mismo diario, Guillem Balagué se atreve a hablar de «recuperación definitiva» de Kaká y se congratula por el buen partido del brasileño–Un Kaká recuperado–:
El partido dio para una tercera cosa: la recuperación definitiva (o por fin) de Kaká. Si el brasileño hubiera escuchado antes a Mourinho (que le exigía correr sin balón, buscando el espacio o presionando, que simplificara su juego, que no desapareciera, que aceptara su falta de protagonismo, que se operara antes) hubiera habido más Kaká, un caso a estudiar si todavía hay alguien interesado en entender que el equipo también sufre hoy porque algunos no quisieron entender la extraordinaria exigencia que ha propuesto siempre Mourinho.
Y para rematar, el periódico de Prisa propone que su encuesta gire en torno a la futura titularidad del mediapunta en los compromisos más importantes que le esperan al Real Madrid de aquí a final de temporada con la siguiente pregunta: ¿Debería Kaká ser titular en el Camp Nou y en Old Trafford?. Habrá quien considere que hay que darle otra oportunidad al ex de Milán, pero otros somos si no pesimistas por lo menos escépticos tras cuatro años de decepciones.