El guardameta gritó con contundencia a Pérez Lasa, lo que en un primer momento le valió la tarjeta amarilla
El ‘Clásico’ de la Liga BBVA entre Real Madrid y Barcelona terminó con una acción polémica en la que el equipo dirigido por Jordi Roura pidió penalti por una caída de Adriano en el área madridista en presencia de Sergio Ramos.
Los barcelonistas protestaron notablemente al árbitro Pérez Lasa, lo que valió inmediatamente la tarjeta amarilla a Andrés Iniesta.
Lo más controvertido vendría después, tras el pitido final del colegiado, cuando los jugadores visitantes se arremolinaron en torno al árbitro para seguir reclamando la jugada.
El más vehemente fue Víctor Valdés. El guardameta gritó con contundencia a Pérez Lasa, lo que en un primer momento le valió la tarjeta amarilla.
No obstante, el portero no cesó en su visible enfado y siguió protestando con aspavientos y palabras dirigidas al árbitro (las cámaras de televisión captaron un «no tienes vergüenza»), y este acabó por expulsarle.
El acta arbitral refleja esta frase en numerosas ocasiones, además de otra igualmente ofensiva:
«Os habéis cagado».
Valdés se perderá los próximos encuentros debido a la acción, que aumentarán en número si los comités consideran que han existido insultos a la figura de autoridad del encuentro.
Recientemente, el madridista Sergio Ramos fue castigado con cinco partidos tras dirigirse al árbitro del Real Madrid-Celta, Ayza Gámez, de esta manera, como también se reflejó en el acta:
«Eres un sinvergüenza» y «llevas todo el puto día jodiéndonos»
El acta del partido
El apartado de Otras incidencias refleja el siguiente texto:
«Una vez acabado el partido y cuando aún nos encontrábamos en el terreno de juego, amonesté al jugador del FC Barcelona Nº1 D. Victor Valdes Arribas por dirigirse hacia mi con los brazos en alto y voz en grito recriminándome una de mis decisiones. A continuación expulsé a este mismo jugador por encarárseme a escasos centímetros de mi cara diciéndome con voz en grito y de forma repetida: «os habeis cagado, no tienes vergüenza». Tras ser expulsado este mismo jugador persistió en su actitud y en los mismos términos diciendo repetidamente: «No tienes vergüenza», teniendo que ser sujetado por los compañeros y el delegado de su equipo. Una vez nos encontrábamos en el túnel de vestuarios este mismo jugador persistió en su actitud y con voz en grito repitió los mismos términos anteriores: «no tienes vergüenza, no tienes vergüenza»»