Este 8 de marzo de 2013 se cumplen ya, nada más y nada menos, que 17 años de una de las escenas más vergonzosas del fútbol español: el espectacular altercado que protagonizó el entonces presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil, con el presidente y el gerente del Compostela, Caneda y Fidalgo.
Fue uno de los puñetazos más celebres de la historia de nuestro balompié. Sucedió en la sede de la LFP (Liga de Fútbol Profesional). Antes de comenzar la Asamblea, en el exterior, Gil se encontró a ambos dirigentes. El presidente del Atletico, que iba acompañado de dos guardaespaldas, afeó a Caneda que hubiera «insultado» a los votantes de Marbella, a los que había llamado tontos por elegirle alcalde.
La cosa se fue calentando. Especialmente impactante es ver como los periodistas y los cámaras, que ya estaban en el interior, se alertan por los gritos y van saliendo a toda velocidad al intuir que allí iba a pasar algo gordo, como finalmente sucedió. Jesús Gil le soltó un espectacular puñetazo en la cara a Fidalgo, pero luego se parapetó en sus fornidos guardaespaldas, que impidieron que los agredidos pudieran devolverle el saludo al polémico dirigente.
El programa ‘El Día Después, de Canal+ grabó íntegra la secuencia, desde el puñetazo a lo que posteriormente ocurrió en el interior de la sede de la LFP: insultos, empujones, amenazas…que complementaron la dantesca escena protagonizada por los dirigentes de dos de los clubes que en aquel momento militaban en nuestra Primera División.
Para rematarlo, dos días después, Gil se reunía con las peñas atléticas en el estadio Vicente Calderón para soltar un discurso donde pedía perdón por lo sucedido a su manera:
Soy diferente, sí, tengo dos cojones, también (aplausos). Que sepamos donde estamos, nunca a favor de la violencia, sí a la inteligencia. He cometido un error, por mi cargo cometí un error y pido perdón.
Están aprovechando como carroña pura para salir a la palestra porque no pueden con Gil. El editorial de El Pais que por que he ordenado votar al PP…¡joder yo ya he dicho viva Franco y viva España! Lo único que he dicho es que si estuviera Franco no habría tres secuestrados…¡no te jode!
