Con el interés de las televisiones por el fútbol y el pago de derechos televisivos por anticipado comenzó el camino hacia el abismo
El fútbol español está al borde de la ruina. Los clubes acumulan una deuda de 3.600 millones, 700 de ellos con Hacienda.
El economista Gay de Liébana analiza su situación y expone un plan de salvación que pasa por hacer una Liga más competitiva y proceder a una devaluación interna.
«El fútbol sumó su propia burbuja a la burbuja global de la economía española«, afirma José María Gay de Liébana, economista y especialista en las finanzas del mundo del balompié, en un artículo que publica este 10 de marzo de 2013 el diario ABC.
Los clubes españoles acumulan una deuda de más de 3.600 millones de euros.
Durante años han estado gastando más de lo que ingresaban con la permisividad de las cajas de ahorro, que les adelantaban dinero a cuenta de futuros ingresos televisivos, y con la de los Gobiernos, que han dejado que crezca la deuda de los equipos con Hacienda hasta los 700 millones de euros.
Con el interés de las televisiones por el fútbol y el pago de derechos televisivos por anticipado comienza todo, según Liébana.
El dinero fresco en el bolsillo hizo que los clubes se lanzaran a fichar futbolistas por grandes cantidades y a caminar hacia el error en la gestión.
«La quiebra del fútbol español viene sobre todo por la desproporción en el gasto de personal: contratación de futbolistas y sus fichas y la proliferación de una nueva clase de ejecutivos en los clubes con retribuciones enormes».
Para Gay de Liébana, la reestructuración del sector futbolístico es una necesidad. Cree que habrá clubes que desaparecerán (el Xerez y el Racing de Santander tienen todas las papeletas para desaparecer, pero también otros clubes como Zaragoza, Deportivo o Betis arrastran graves problemas) y que será preciso dibujar un plan de rescate anticipando dinero de contratos televisivos, realizando préstamos para saldar deudas, mejorar la explotación del fútbol dentro de los clubes y poner en práctica una devaluación interna en el capítulo de personal.
Para el economista, el ejemplo a seguir sería la Bundesliga y el campeonato francés. Además, aboga por una competición más reñida, con alternativas al duopolio Real Madrid-Barcelona, para que otros equipos puedan beneficiarse también del dinero que llega de las televisiones.
Según asegura, en la actualidad, sólo los dos grandes clubes, aún con una deuda conjunta de 1.000 millones, son sostenibles.