Tras la eliminación de la competición de elite europea a manos del Borussia de Dortmund el martes
La posible salida de José Mourinho del Real Madrid al finalizar la temporada dejaría al presidente del club, Florentino Pérez, en una situación difícil a la hora de encontrar un sustituto adecuado para el hombre al que constantemente ha alabado como «el mejor entrenador del mundo».
Obsesionado con ganar la décima corona continental que se les resiste desde 2002, el magnate de la construcción fichó al controvertido portugués en 2010 a un gran coste, después de que éste llevara al Inter de Milán al título de la Liga de Campeones.
Tras la eliminación de la competición de elite europea a manos del Borussia de Dortmund el martes, cuando el Madrid estuvo a punto de remontar el 4-1 en el partido de vuelta de semifinales disputado en el Bernabéu, Mourinho realizó la insinuación más consistente hasta la fecha de que su periodo en la capital española podría estar llegando a su fin.
Karim Benzema y Sergio Ramos marcaron dos goles en los últimos minutos que dieron esperanza al Madrid, pero se quedó corto y el Dortmund se clasificó para la final del 25 de mayo de 2013.
Cuando se le preguntó tras el partido si se quedaría la temporada que viene -tiene contrato hasta 2016 – Mourinho contestó a la cadena de televisión ITV Sport: «Quizá no. No lo sé pero quiero estar donde la gente adore que esté».
En una rueda de prensa posterior agregó: «Algunos clubes me adoran, especialmente uno (Chelsea). En España es diferente, algunas personas me odian, muchos de vosotros en esta habitación».
La referencia de Mourinho al Chelsea pareció dar crédito a las recientes informaciones que apuntaban a que se dispone a volver al club de Londres donde ganó la Premier League en 2005 y 2006 pero nunca conquistó la Champions.
El palmarés blanco de Mourinho
Si abandona el Madrid al finalizar la temporada, habrá logrado un título de Liga, con récord de puntos, y si gana al Atlético de Madrid en la final de este mes, dos Copas del Rey.
Es un resultado decente para la mayoría de los estándares, pero en el Madrid es el éxito en Europa el que cuenta por encima de todo y en ese aspecto ha decepcionado, siendo eliminado en semifinales de la Liga de Campeones los últimos tres años.
Un legado dañino
El carácter combativo de Mourinho puede haber tenido un impacto negativo en la imagen del club que dejará tras de sí un legado dañino, según expertos en marketing.
Nombrado mánager deportivo además de entrenador del primer equipo, un paso poco habitual en España donde el poder de los homólogos de Mourinho es mucho más limitado, tiene la responsabilidad en el desarrollo del producto futbolístico del Madrid.
Una estrategia de marketing de éxito principalmente requiere triunfos en el campo pero también debería promocionar una imagen del club que sea aceptable para los aficionados y les aliente a invertir más tiempo y dinero.
Mourinho ha distanciado a algunos de los aficionados más tradicionales del Madrid, que le han pitado en el Bernabéu, mientras se ganaba un estatus de héroe entre el grupo radical Ultras Sur.
Si decide saltar del barco, su sucesor podría aceptar un cáliz envenenado, mientras el periodo de Mourinho será recordado por motivos equivocados.
La polémica acompaña a Mourinho
Entre ellos está el haberle metido el dedo en el ojo a Tito Vilanova, entonces segundo entrenador del Barcelona, durante una trifulca al finalizar un clásico; sus continuas críticas por los prejuicios arbitrales; feos enfrentamientos con periodistas y altos cargos del Madrid y oscuras insinuaciones de que el Barça tenía un trato favorable por parte de la UEFA.
También ha apartado al capitán del club y portero Iker Casillas, un héroe para muchos aficionados.
¿Y el futuro del Real Madrid?
Algunos medios españoles han apuntado a que Pérez está considerando contratar a Carlo Ancelotti, otro ex entrenador del Chelsea actualmente al mando del Paris St Germain, para sustituir a Mourinho.
El italiano tiene una personalidad muy diferente a la del extravertido Mourinho y ha ganado la Champions con el AC Milan en 2003 y 2007, y perdió una tercera final, ante el Liverpool, en 2005.
Tras los enfrentamientos y controversia de los años de Mourinho, quizá el sencillo y respetuoso Ancelotti es justo lo que el Madrid necesita para restaurar la calma y finalmente hacerse con la décima.