Algunos de los usuarios de la red de microbloggin han recordado al furibundo catalanista que muchos de los jugadores de la selección española son del Barça
Si se muerde la lengua, la palma, porque el tipo sólo segrega veneno. El guionista catalán Jair Domínguez escribe en Twitter que «lo que necesita España para reaccionar es un devastador accidente aéreo en el que mueran de forma horrible todos los miembros de la Roja».
Domínguez cuenta con algo más de 30.000 seguidores en la red social y cuando han empezado a aflorar las críticas -algunas tremendas- el autor del estremecedor tuit alardea de que le importan un comino.
Algunos de los usuarios de la red han recordado al furibundo catalanista que muchos de los jugadores de la selección española son del Barça, pero el sujeto, perseverante y cerril, replica tajante:
«Todos muertos».
Varios internautas le preguntan incrédulos si habla en serio, si ese es realmente su deseo o ha sido un desliz:
«¿Es esto una paja mental, un deseo o una petición?».
Y Jair Domínguez responde:
«Cada uno es libre de interpretarlo. He aquí la magia del lenguaje escrito».
Ante esto, más de uno le ha deseado, textualmente: «Y tu puta madre qe vaya pilotando el avión zo gilipollas».
Aunque entre los twitts destacan los de muchos independentistas y aficionados del Barça que no le encuentran la gracia a la ‘broma’, Domínguez se las tiene con un par de aficionados ‘pericos’.
A uno lo tacha de «el garrulo del Espanyol».» No sé qué le he hecho hoy a los del Espanyol, pero se abalanzan sobre mí con sus mejores posturas».
UN PERFIL ESCORADO
Domínguez es guionista en algunos programas de televisión como ‘Buenafuente‘ o ‘Crakovia‘ y coautor de canción del ‘Chiki-Chiki’, que terminó yendo a Eurovisión.
Para quienes no lo ubiquen bien, recordamos que se hizo casi célebre en varias zonas de España no por su talento literario, más bien escaso, sino por la emisión en la televisión catalana de una diana con el Rey Juan Carlos y Felix Millet y donde confesó su íntimo deseo de acabar con la vida del columnista Salvador Sostres.
Como consecuencia de aquella gracia, que contó inicialemnte con la bendición de los gerifaltes de TV3, la directora del espacio donde se emitieron las ‘salidas de tono’ del ocurrente Jair Domínguez, tuvo que dimitir.
La cadena reconoció entonces que el vídeo atentaba contra los principios éticos y democráticos que rigen sus programas y canales y lamentó haber podido herir la sensibilidad de las personas e instituciones aludidas.