Puntualiza que el tango, tan típico y representativo de su país, le resulta incluso desagradable
Es un genio con el balón y un borrico de cuidado. Leo Messi está forrado de millones, es adorado por la mitad de la humanidad, gana premios como rosquillas, hace goles a granel y tiene un talento casi divino sobre el cesped de cualquier campo de fútbol, pero anda escaso de lecturas.
En realidad y para dejarnos de eufemismo, anda cortísimo.
El futbolista argentino del FC Barcelona ha repasado algunos aspectos de su vida personal y de su reciente paternidad, en una entrevista concedida a Sette.
Y allí, Lionel Messi admite que su mujer, Antonella Roccuzzo, no presta ningún interés a su faceta futbolística:
«A veces llego a casa y le digo que he hecho un ‘hat-trick’, pero no me presta atención».
«No hablamos nunca de fútbol y yo tampoco lo veo en televisión».
Es novedoso que desvele que su faceta deportiva concluye al salir de los partidos y de los entrenamientos, pero nada tan soprendete como lo que revela después.
Messi, soso como pocos, reconoce que apenas suele bailar. Puntualiza que el tango, tan típico y representativo de su país, le resulta incluso desagradable:
«Cuando lo escucho en la radio, cambio de cadena».
Lo tremendo es que el crack argentino confiese que el único libro que ha tenido entre sus manos en su vida es «la biografía de Diego Armando Maradona».
El ‘10‘ del Barcelona asegura que lloró con el nacimiento de su hijo, «porque fue un parto complicado», y asegura que ya ha aprendido a bañar y cambiar los pañales de Thiago, su primogénito.
Saliendo, como ya había hecho a través de su Facebook, al paso de las acusaciones de fraude fiscal, reitera:
«Siempre hemos pagado lo que nos decían nuestros asesores, no hay defraudación. Estoy seguro de que los asesores lo aclararán todo».
Cabe recordar que el crack azulgrana estará este sábado en Milán para un evento promocional con Dolce & Gabbana, en el marco del cual se presentará el espectacular libro fotográfico ‘Lionel Andrés Messi’.
‘Sette’ le pregunta también si él que tiene antepasados transalpinos habla el italiano en casa
Respuesta de Leo: «No, no lo hacemos nunca».
Siguiendo con la familia, recuerda lo unido que estaba su abuela Celia, cuya muerte «fue un golpe durísimo»:
«Mi hermano (Rodrigo) apuntaba a gran futbolista, pero sufrió un accidente de tráfico, se rompió la tibia y el peroné y tuvo que dejarlo».
Desvela que no haber ganado aún un Mundial con Argentina es una espina que lleva clavada y que entre triunfar en Brasil-2014 o un quinto Balón de Oro, prefiere sin duda el título de campeón del Mundo.