El Real Madrid no necesita que le salven, se salva solo, porque es un impulso natural
Enésimo capítulo de la guerra Alfredo Relaño-Florentino Pérez. Si bien es cierto que desde los últimos coletazos de Mourinho en la capital de España las criticas del director de AS contra el mandatario blanco arreciaban, la ausencia de elecciones que proclamaron a este último presidente sin necesidad de acudir a las urnas acabaron por empantanar esta disputa.
A cuenta de la entrevista que concedió Pérez al gratuito 20Minutos, donde reconocía sentirse el salvador del Madrid, Relaño, ni corto ni perezoso, ha decidido sacar la artillería pesada y pintarle la cara al que para Emilio Butragueño era ‘el ser superior’:
[…] Lo pensaba ayer cuando leía una entrevista de Florentino (la número ‘n’ de las que ha concedido desde que es represidente sin oposición posible) en 20 Minutos, cuyo titular era: «Sí, me siento el salvador del Real Madrid». Caray. El RealMadrid era el mejor club del Siglo XX cuando llegó Florentino. ¿De qué vino a salvarle este salvador?
Más bien pienso que el Real Madrid está salvando a Florentino, presidente a su vez de una empresa, ACS, que en el ejercicio pasado perdió cerca de dos mil millones. Eso y alguna aventura mal concebida le han llevado a comprometer seriamente su fortuna personal, que la tuvo, y ahora flota en el éter, el vaivén y el magma económico de la fastrupia de los altos vuelos. La casta instalada que hace y deshace, ya saben. Flotando sobre esa ola inestable, le viene fenómeno la presidencia del Madrid con ese palco tripitido en el que agasaja con croquetas y confidencias a los que se reparten el esfuerzo de otros.
Relaño aconseja a Pérez que se deje de heroismos y desliza que en realidad, a lo que se está dedicando su enemigo es a «usurpar y utilizar la zona noble del Bernabéu»: No se anda por las ramas el periodista de Prisa:
El Real Madrid no necesita que le salven, se salva solo, porque es un impulso natural. Como se decía tiempo atrás de Argentina («un país tan rico que se repone durante las ocho horas que duermen sus políticos») el Real Madrid extrae fuerza de sí mismo, de su gente, de su pasado, para inducirle al tal Ancelotti las ganas de dejar París por Madrid. El Real Madrid está siempre ahí, más allá de quien usurpe y utilice el palco. Este país y esta ciudad quieren al fútbol y aman una emoción a la que se abrazan más allá del uso que de ella hagan unos cuantos aprovechateguis. Seguro que Ancelotti entenderá eso.