Se llegaron a pagar dos años de salario de un mileurista, por cada minuto de la final de la Copa del Rey
El pasado mes de diciembre las tres grandes cadenas se negaron a emitir el partido de clasificación para el Mundial 2014 que enfrentó a Bielorrusia y España.
Sportfive, la empresa alemana propietaria de los derechos, quería cobrar 1,4 millones por el encuentro. La negativa de los grupos a pujar por el encuentro, que finalmente no se vio en televisión, supuso un punto de inflexión en el mercado de los derechos deportivos que en el último año ha caído en torno a un 60 por ciento.
Como exlica ‘El Economista’, la caída de la publicidad (el mercado se ha hundido casi un 50 por ciento desde 2008) y la crisis en RTVE, que ha visto reducido su presupuesto en casi 300 millones entre los ajustes del Gobierno y la caída de las aportaciones de las teles y las telecos, ha terminado por pinchar la burbuja de los derechos deportivos.
Por llamativo que resulte ahora, conviene recordar que en España llegaron a pagar las televisiones 40 millones por la Fórmula 1, 35 millones por los partidos en abierto de la Liga BBVA, 90 millones de euros por el Mundial de 2010 y hasta 35.500 euros, o lo que es lo mismo, dos años de salario de un mileurista, por cada minuto de la final de la Copa del Rey.
Renegociaciones a la baja
En la época de bonanza, las cadenas no eran capaces de rentabilizar la adquisición de estos derechos por lo que ahora, con un mercado en mínimos, se han visto obligadas a exigir ajustes para no poner en riesgo sus cuentas.
Un ejemplo del pinchazo de los derechos televisivos está en el fútbol, en el tenis y en el baloncesto. Según explican fuentes del sector, hace dos años TVE pagó 7 millones por emitir el Roland Garros.
El año pasado Mediaset pagó 2 millones y este año la factura se ha reducido a menos de la mitad.
Esta rebaja de más de más del 91 por ciento en el precios de Roland Garros tiene un truco. Esta año 2013 Mediaset sólo ha comprado la final y la semifinal del campeonato de tenis con la condición de que Rafa Nada llegada a la final.
Este contrato, que se firmó con la competición ya empezada, demuestra que el mercado en España está de capa caída y que la manera de negociar también han cambiado.
La falta de ofertas y la incertidumbre ha retrasado hasta el último momento la toma de contacto entre las partes que ahora están más abiertas a aceptar condiciones de las cadenas de televisión que antes, cuando todos los grupos pujaban por adquirirlos.
Otro ejemplo es el fútbol en abierto (el pago se mantiene por la guerra entre Mediapro y Prisa, ambas cerca de la quiebra).
La Sexta pagó 35 millones por el partido de los sábados. Ante la falta de compradores, Mediapro se vio obligado a rebajar más de un 75 por ciento el precios de la competición eliminando de la oferta al Real Madrid y al Barcelona.
Aún así, las cadenas presionaron para lograr un ajuste adicional de 35 por ciento y, finalmente, Mediaset se hizo con ellos por 22,6 millones por tres temporadas.
El acuerdo eran unos 10 millones por año pero la primera temporada se adquirió casi terminada.
Este año, el partido se emitió los lunes, pero de cara a la temporada que viene Mediaset parece que ha logrado que se emita los sábados.
El Mundial de Fútbol, que se celebra el año que viene en Brasil también ha visto reducida su factura por encima del 60 por ciento.
El contrato ha cambiado porque la cadena de Fuencarral va a emitir 25 partidos (el resto se verán en Gol TV) a diferencia que en 2010.
La Copa del Rey, por la que no pujó RTVE, y la UEFA también se ha reducido a la mitad. Un camino que ha seguido el Baloncesto, los partidos de pretemporada del Real Madrid y el Barcelona y, sin duda, seguirán las competiciones de motor.