Julián Ruiz no descansa ni en verano. El polémico ‘cortador de césped’ de la edición digital de El Mundo ha sacado la guadaña y a raiz del partido que el Barcelona disputó contra el Lechia Gdansk no ha dejado títere con cabeza.
A Sandro Rosell le sacude hasta en el carnet de identidad:
Rosell ha preferido seguir la política de los Reyes de España ante su debilidad en el poder, ante su caótica dirección. Es decir, apoyarse en un valido. El problema es que este valido es un jugador, el capitán del gran Barcelona y parece que el nuevo dictador del equipo: Messi.
El nuevo entrenador ‘Tata’ Martino y el director deportivo Andoni Zubizarreta tampoco salen bien parados:
La llegada de Gerardo Martino ha sido un esperpento digno del mediocre Zubizarreta. Tratar de enmascarar la decisión de que Messi quería a su particular ‘Tata’ era burlesco, esperpéntico. Una prueba de la abdicación del poder de Rosell a manos del mejor jugador del mundo, que es argentino, ni siquiera catalán, en pleno frenesí nacionalista.
El poder absoluto de Messi en el Barcelona es peligroso, desestabilizador. Como si la república se hubiera convertido en una dictadura. ¿Quién se va a atrever a mandarle a Messi desde ahora? ¿El tal Martino que no lo conocía ni dios, un pobre hombre paisano rosarino de Messi? ¿Rosell qué ha tenido que tragar por la ‘Tata’ de Messi»?.