El jugador no aclara nada sobre sus ambiciones deportivas, para desesperación del Tata Martino
El Manchester United continúa sus intentos por ficharlo para la próxima temporada y el jugador no aclara nada, para desesperación del Tata Martino.
Y mientras tanto, en lo personal, Cesc Fábregas sigue a los suyo.
Primero le arrebató a su esposa y ahora continúa con su casa familiar. El jugador del Barcelona ya es el propietario de la mansión en Londres donde su actual pareja, Daniella Semaan, convivió durante doce años con su entonces marido, el magnate libanés Elie Taktouk.
Aunque el despechado multimillonario ha tratado por todos los medios de bloquear la compra por parte de quien él mismo calificó como «un tonto de 25 años que le había robado a su mujer», el juez se negó a detener la venta del domicilio conyugal por 5,5 millones de euros al delantero catalán.
Como cuenta Ana Mellado en ‘ABC‘, la caprichosa Semaan y el retraído Taktouk se divorciaron el año pasado después de que salieran a la luz las escandalosas fotografías en Italia que confirmaban que la exmodelo mantenía desde hacía meses un apasionado romance con Fàbregas.
El magnate libanés descargó toda su furia contra el futbolista en una entrevista concedida al rotativo británico «The Sun», donde le acusó de arruinar su matrimonio justo cuando intentaban tener un bebé.
Gran pasión por el lujo
Semaan siempre encontró respuesta a su gran pasión por el lujo y el boato en la fortuna que había amasado Taktouk gracias a sus negocios en la capital británica, que le han situado dentro de la lista de los doce residentes más adinerados del exclusivo distrito de Belgravia en Londres.
Ante la dependencia de Semaan de su marido, durante el proceso de divorcio el juez dictaminó que él debería vender su lujoso piso donde había residido la familia, junto a los dos hijos fruto de su matrimonio -piso valorado en más de 8 millones de euros-, para entregarle a su exesposa 1,7 millones de euros de lo obtenido y así poder comprarse una nueva propiedad.
Taktouk se negó a acatar esta decisión, apelando a que su exmujer había ocultado el apoyo financiero que recibe de Fàbregas y que el futbolista sufraga todos sus gastos, incluida una casa en Cataluña, donde precisamente hace unos meses dio a luz a su primer hija, Lia, con el futbolista español.
Los ya de por sí enrevesados procedimientos judiciales alcanzaron su máximo nivel de rivalidad al conocerse que precisamente una compañía controlada por Fàbregas había presentado una jugosa oferta para quedarse con la casa. Taktouk no dudó ni en un momento en considerar que todo se trataba de un plan urdido por la pareja destinado a quedarse con la casa y además ganar casi dos millones extra de beneficio que el juez le había obligado a pasar a su exmujer.
Escarnio público
«Parece bastante extraordinario que, en menos de tres semanas después de la sentencia, Cesc estaba ofreciendo comprar el piso a través de esta empresa», declaró el abogado de Taktouk, Stephen Lyion, tras interponer un recurso ante la Corte de Apelaciones de Londres.
Esta semana la Justicia desestimaba su apelación y condenaba al multimillonario a una nueva humillación al anunciar que no frenaría la oferta de compra del domicilio conyugal por parte de la empresa del excapitán del Arsenal.
Taktouk se ve de nuevo obligado a convertirse en centro del escarnio público después de que la prensa británica se hiciera eco de que el hombre que le arrebató su matrimonio se queda ahora también con su casa.