Como sigan así, esto de Gareth Bale va a terminar como el rosario de la aurora. El culebrón futbolítsico del verano se alarga. El fichaje del galés, que se sigue dando por muy probable, se ha retrasado mucho más de lo que en el club blanco se pensaba. Y tanto es así que se ha tenido que desmontar el palco que llevaba ocho días en pie y en el que se esperaba presentar al futbolista.
El estadio Santiago Bernabéu ha visto este sábado 31 de agosto de 2013 como se hacía necesario desmontar a toda prisa la estructura, ideada únicamente para la presentación, y montada el pasado viernes 23.
Entonces, y sin eventos en el coliseo blanco en el horizonte, el Real Madrid confiaba en cerrar de forma inmediata la contratación y poder ofrecer allí las primeras imágenes del futbolista ante las cámaras.
Sin embargo, la operación se ha dilatado y Bale sigue, al menos oficialmente, sin ser jugador del Real Madrid. Y este domingo por la mañana, el conjunto merengue juega su partido de Liga ante el Athletic Club de Bilbao.
Para la correcta visibilidad en dicho partido desde todas las zonas del graderío, se hacía obligatorio deshacer la estructura, y por ello numerosos operarios han trabajado en el Bernabéu durante la jornada de este sábado.
Aún así, se espera que el fichaje se cierre antes del fin del mercado. Quedan 48 horas para formalizar la contratación y en las oficinas del Bernabéu se trabaja a contrarreloj para cerrar el traspaso con el Tottenham.
Se sigue manteniendo el optimismo, pero los contratiempos y los planes fallidos no dejan de llegar. ¿Corre peligro el fichaje? La respuesta, en breve…
