Los rojiblancos asaltan de nuevo la catedral blanca (0-1) y alejan en Liga a unos merengues indefinidos y sin luces
Da pena. Y la derrota destapa las dudas del proyecto Ancelotti.
La fragilidad del actual Real Madrid se comprueba en el estado anímico de sus futbolistas. Diego López dándole una patada a Diego Costa, Pepe corriendo desde su área hasta el centro del campo para protestar una falta táctica a Di María, Arbeloa pidiendo perdón al Bernabéu tras un mal control, una tensa discusión entre Benzema y Pepe…
El equipo de Ancelotti está alterado. No confía en sus posibilidades, ni en su juego. Ha perdido seguridad defensiva, capacidad de elaboración y poder ofensivo. Y ante un equipo tan trabajado como el Atlético de Simeone, sin fisuras, líder junto al Barça con pleno de victorias, esto se paga caro, muy caro.
El trabajo de Ancelotti se ha convertido en la imposible tarea de conjugar contradicciones. A Carletto se le pide enterrar el contragolpe mientras se traspasa a Ozil y se ficha a Bale, se le exige cambiar la filosofía por arte de magia y se le reclama dar protagonismo a los fichajes, aunque estos aún no estén preparados para asumir la presión del Bernabeu.
Luego, el técnico italiano contribuye con decisiones difíciles de entender como un doble pivote defensivo formado por Illarramendi y Khedira mientras Modric observa desde el banquillo o encierra a Isco en la banda.
Cholo Simeone no debe despejar tantos interrogantes. Primero porque lleva ya muchos meses en el club, donde ha conseguido éxitos además de recuperar el histórico estilo de los rojiblancos.
El conjunto colchonero sabe a lo que juega y nunca pierde su identidad porque los futbolistas creen en lo que su técnico les ordena. Sin alardes ni pomposidad, el Atlético se ha situado al mismo nivel que los dos grandes españoles sin contar en su plantilla con futbolistas de tanta calidad.
La intensidad, la garra y la competitividad definen a un cuadro rocoso. De un robo te crean una ocasión. De una perdida de Di María y una recuperación de Filipe Luis sale un pase medido de Koke hacia Diego Costa, pichichi (junto a Messi) de la Liga para, poner patas arriba el Santiago Bernabeu.
El Atlético dejó la iniciativa al Real Madrid y le mordió en la primera ocasión que generó su dúo infernal. Ocho tantos suma el brasileño y muchos de ellos han llegado tras asistencia del ya internacional absoluto español.
Koke Resurrección le ha servido a Diego Costa en bandeja de plata 11 de sus últimos 17 dianas.
Los recursos del Real Madrid eran inexistentes. Sin salida, ansioso en cada contragolpe rival, el equipo de Ancelotti vivía presionado. Y a Cristiano le nublaba el orgullo.
El delantero blanco se excedía en sus funciones, andaba por todas partes, confiaba en que las musas le brindaran un destello de genialidad para resolver la complicada papeleta.
El doble pivote defensivo no daba fluidez a los locales e Isco andaba perdido. El malagueño no apareció en el derbi.
Ni en defensa ni ataque. De ello casi se aprovecha Tiago, que escapó de la marca del andaluz en un saque de esquina y llegó al remate, enviando el balón por encima del travesaño.
Adivinando la incomodidad de Isco y Cristiano Ronaldo, Ancelotti les mandó permutar sus posiciones. El luso ganó campo para correr en la banda izquierda, aunque se alejó del gol. El pequeño mediapunta siguió perdido, enjaulado, inactivo hasta que le sustituyó Morata en el minuto 75.
Desperdiciado el primer tiempo, Carletto decidió dar un golpe de timón lo suficientemente contundente como para despertar a sus marineros.
En el descanso entraron Modric y Gareth Bale, pero la nave blanca no iba a salir de la bruma. Anclado en la indefinición, pendiente de un destello salvador, de un faro que les indicara el camino más rápido hacia el gol, el Real Madrid persiguió sin suerte alcanzar tierra firme.
El Atlético no se inmutó y tuvo grandes ocasiones para ampliar su ventaja en las botas de sus mejores figuras. Koke mandó un zurdazo al travesaño y Diego Costa no tuvo claridad en un mano a mano con Diego López. La figura del brasileño fue omnipresente en ataque.
Él sólo, perdido Villa, le dio guerra a toda la zaga blanca, a la que cargó de tarjetas amarillas. Y se marchó extenuado, sustituido por Baptistao y con la misma cara de pocos amigos con la que había comenzado el encuentro.
Dos remates del suplente Morata que despejó como pudo Courtois fueron lo más destacado en ataque del Real Madrid.
Un Madrid que cedió en su primer compromiso serio de la temporada y que en menos de un mes debe afrontar duras pruebas ante el Barça en el Camp Nou y frente a la Juventus. Ancelotti tiene mucho trabajo y cada vez menos tiempo. Porque no siempre hay un Muñiz Fernández en el campo.
MADRID, 0-ATLÉTICO, 1
- Real Madrid: Diego López; Arbeloa, Sergio Ramos, Pepe, Coentrão; Illarramendi (Modric, m. 46), Khedira; Di María (Bale, m. 46), Isco (Morata, m. 73), Cristiano; y Benzema. No utilizados: Casillas; Carvajal, Varane y Casemiro.
- Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis; Koke, Tiago, Gabi, Arda Turan (‘Cebolla’ Rodríguez, m. 88); Diego Costa (Leo Baptistao, m. 85) y Villa (Raúl García, m. 86). No utilizados: Aranzubia; Alderweireld, Guilavogui y Óliver Torres.
- Gol: 0-1. M. 10. Diego Costa.
- Árbitro: Mateu Lahoz. Amonestó a Arda Turan, Coentrão, Koke, Diego Costa, Filipe Luis, Sergio Ramos, Arbeloa y Pepe.
- Unos 80.000 espectadores en el Bernabéu.