El conductor de 'Punto Pelota' habla de fútbol y de periodismo

Josep Pedrerol: «Ser imparcial es una gran mentira de esta profesión»

El director y presentador del programa líder del deporte español da una entrevista al diario argentino en la cual analizó la prensa deportiva madrileña y catalana

El director y presentador del programa (Josep Pedrerol planea dejar Intereconomía TV y llevarse ‘Punto Pelota’ a otra cadena) concedió una entrevista al diario argentino ‘Olé‘ en la cual analizó la prensa deportiva madrileña y catalana: «Ser imparcial es una gran mentira de esta profesión».

-¿Qué es Punto Pelota? ¿Por qué usted sostiene que es una especie de radio en colores?

-Es una locura diaria. Un programa imprevisible, pasional, informativo y plural. No tenemos grandes medios. Somos modestos y estamos bien así. No somos una TV potente pero llegamos a todos los rincones. Por eso decimos que somos la radio en color. Punto Pelota es un fenómeno social en España y además ha alcanzado una tremenda repercusión a nivel internacional.

-¿A la gente se le ofrece lo que demanda o la gente consume lo que le ofrecen?

-La gente sabe distinguir muy bien entre el original y la copia. La televisión te quita la careta con rapidez. Los farsantes caen. Nosotros ofrecemos sinceridad. Nos equivocamos pero sabemos pedir perdón. No tenemos guión.

-El escritor mexicano Juan Villoro dijo en esta sección de Olé: «Un periodista neutral es tan apasionante como un puré de zanahoria». El periodista no puede negar lo que siente, ¿pero cuál es el límite?

-El límite está en el respeto a los demás. En cuanto a la imparcialidad, poco que decir. Es una de las grandes mentiras de esta profesión. Algunos esconden mejor sus colores que otros. Ni más ni menos. En esta profesión no hay que pedir neutralidad, hay que exigir honestidad.

-¿Se redujo el análisis en el periodismo deportivo español?

-Ahora hay más variedad. El análisis sigue y tiene sitio. Pero el análisis pretencioso y aburrido ha muerto.

-¿Cómo logra que el debate entre periodistas no tenga el tono de una discusión de bar? ¿Alguna vez no ha podido manejarlo?

-En varias ocasiones he sentido que se me iba de las manos. Siempre es culpa mía. Mi estado anímico se transmite al equipo para bien y para mal. La clave es hacer una buena alineación cada noche, lo más plural posible. ¡Ah!, y un lema: el programa está por encima de todos.

-El periodista Santi Giménez afirma que «en España, todo lo desconocido es una mierda». ¿Esta mirada ayuda a contextualizar las críticas al Tata?

-España es un país inquieto a la vez que acogedor. Nos gusta charlar con la gente, aprender. Discrepo de la desafortunada opinión del compañero. Pero el que viene, tiene que adaptarse. Había que observarle, darle tiempo pero no se lo dimos. El entorno de Club, cercano a las tesis de Guardiola, se lo puso difícil. Poco a poco nos va ganando a todos.

-Pero…

-Un solo consejo para él: que defienda sus ideas y estilo hasta el final y que no se deje manejar por nadie de afuera ni de adentro del club.

-¿Fue un error del periodismo español desconocer quién era y cómo pensaba Martino?

-Estamos hartos de comprobar cómo grandes entrenadores se disuelven como azucarillos cuando llegan al Barcelona o al Real Madrid.

-El Tata también declaró días atrás: «Los periodistas son periodistas». ¿Allí abunda el periodista hincha que siente más de lo que razona?

-Los periodistas somos personas. ¿Qué queremos? ¿Máquinas? Basta de bobadas. ¿Acaso el Tata no tiene equipo? En cualquier caso yo no defiendo a la profesión periodística. Hay mucho sinvergüenza en este negocio. Yo defiendo a mi equipo y lo que hacemos.

-En España parece muy marcada la división entre el periodismo de Barcelona y el de Madrid. ¿Podría describirme a unos y a otros?

-En Barcelona no existe el espíritu crítico con el Barça. El presidente Rosell, incluso, tiene a una especie de espía que se encarga de amenazar o vetar a periodistas si se van de la línea marcada por el club. Por suerte, algunos no nos dejamos manejar.

-¿Y en Madrid?

-En Madrid la prensa es muy crítica con el Real. El contraste es brutal.

-¿Qué opinión tiene del periodismo argentino? ¿Lo tiene en cuenta?

-Soy muy fan de vuestra manera de contar las cosas. En los medios de comunicación argentinos hace mucho tiempo que conviven el análisis y la pasión. En Punto Pelota tenemos a argentinos ilustres como el Loco Gatti, mi gran debilidad, y Jorge D’ Alessandro. Por cierto, tenemos muchos espectadores en Argentina que nos piden que emitamos el programa a través de algún canal de allí. Ya veremos. De momento, llegamos a través de Internet, bendito Internet.

-¿De qué está orgulloso y de qué se arrepiente de su profesión?

-Estoy orgulloso de hacer algo que entretiene a la gente sin hacer daño a nadie. Soy feliz por haber demostrado que había sitio para otro periodismo, para el periodismo que tutea a la gente. Estaba harto de los telepredicadores, de aquéllos que imponen su discurso sin derecho a réplica, de los falsos imparciales con rencor. Me siento satisfecho porque hago lo que me da la gana y con la más absoluta libertad. ¿Qué más se puede pedir?

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