La prensa de Madrid ha sido cruel con un gran portero como Diego López, que ha sufrido una presión insoportable por defender a Casillas
En su visita a Periodista Digital, donde ha conversado sobre periodismo y actualidad política, Alfonso Ussía, declarado madridista -llegó a concurrir a unos comicios para la presidencia del club blanco- tuvo tiempo para repasar la actualidad merengue.
Sin pelos en la lengua, el columnista de La Razón volvió a lanzar un alegato defensor del ex técnico José Mourinho, del que reconoció su labor al poner «orden» en un vestuario de «estrellas, estrellitas y estrellazas», a la vez que cargó contra cierta clase de periodistas: «Si quieren controlar al club, lo que deberían hacer es presentarse ellos a las elecciones»:
Mourinho ha sido un estupendo entrenador para el Real Madrid. Cometió dos o tres errores públicos muy denunciables como el dedo en el ojo a Vilanova, aquello marcó un poco. Y al final él estaba enfadado porque en Madrid, la prensa deportiva tiene una gran obsesión por controlar al Real Madrid. Es que hay muchos periodistas que lo que tendrían que hacer es presentarse a las elecciones porque quieren controlar al Madrid.
Y existe un cierto amiguismo entre algunos jugadores del equipo y notables periodistas deportivos que han dislocado el sentido de la ecuanimidad. Mourinho puso orden. A él metió un repaso el Barcelona, lo estudió y aquello no volvió a pasar. Y además creo que es un hombre de buena ley, para llevar un vestuario de estrellas, estrellitas y estrellazas hay que tener carácter.
No hay jugadores vitalicios. La prensa de Madrid ha sido cruel con un gran portero como Diego López, que ha sufrido una presión insoportable por defender a Casillas. El Madrid solo es superado por la inteligencia, para picar piedras hay que ser inteligente para picarlas mejor que otro. El Madrid tiene jugadores con grandes capacidades pero con una inteligencia un poco menguada sobre el campo. Pepe no es un jugador del Madrid y Sergio Ramos tampoco, suele fallar en los momentos importantes. A Marcelo se le va la olla muy a menudo, justo lo que no necesita el Madrid.
