El colegiado vasco explicó en el acta que «tras finalizar la primera parte y cuando abandonamos el terreno de juego correctamente escoltados por empleados del club y las fuerzas de seguridad, se lanzó desde la grada un petardo que se introdujo por el lateral del túnel móvil de entrada a vestuarios, haciendo explosión a apenas un metro de distancia desde nuestra posición».
«La explosión nos produjo un zumbido en el oído dejándonos aturdidos, aunque no produjo ningún daño físico a ninguna persona. Observando que tanto nuestra integridad física como la de otros empleados del club no estaba asegurada, he decidido suspender el partido en el descanso».
El Oviedo se había adelantado en el minuto 14 con un gol de Diego Cervero, que fue expulsado en la jugada siguiente por una dura entrada por detrás a un contrario. El Real Oviedo ya estaba advertido de cierre de su estadio o de sanción por el lanzamiento de objetos al terreno de juego.