Paco Herrera se ha despedido como técnico del Real Zaragoza sin recriminar nada a nadie, al menos de manera explícita, reclamando la unión entre los estamentos del club y pidiendo que el nuevo técnico cuente con la confianza de todos.
El técnico catalán, que llegó al equipo aragonés el pasado mes de junio de 2013 con la intención de devolverlo a Primera División tras el descenso de categoría, se ha despedido en una breve comparecencia sin preguntas, en la sala de prensa del estadio de La Romareda.
Además su despedida la ha realizado con un papel escrito, porque «hablo demasiado», ha dicho y su intención era la de que fuera «un momento lo más corto y sencillo posible».
En la despedida, han estado presentes, además de todos sus auxiliares, los jugadores más veteranos de la plantilla zaragocista como Leo Franco, José Javier Barkero, Luis García, David Cortes y Abraham Minero, además del consejero Luis Carlos Cuartero.
«El final no ha sido el deseado, porque nadie deseaba este final. No estoy aquí para lamentarme ni quejarme, solo para decir adiós», ha comenzado Herrera, al que acompañaban el director general, Jesús García-Pitarch, y el director deportivo, Moisés García León.
Sin entrar en valoraciones negativas ni positivas, ha asegurado que lo que ha vivido desde su llegada a Zaragoza «queda solo para mí», ha señalado y, a pesar de que no ha conseguido su objetivo por su anticipada salida, ha afirmado que se queda con la despedida de sus jugadores tras el entrenamiento de ayer. «Dándonos un abrazo uno por uno».
Desde el comienzo, ha dicho, «el camino hacia la reconciliación» con la afición zaragocista era el fútbol, algo que solo ha sido capaz de conseguir «por etapas, no al cien por cien».
En las «gracias» que ha dirigido a todos, ha recalcado que no excluía «a nadie, sin que quede ningún matiz», y ha expresado su gratitud hacia sus jugadores, que han sido su «compañía durante ocho meses».
Para la persona que le sustituya en el banquillo, de la que el director general no ha querido decir nada, ha pedido que «reciba la ayuda de todos», lo que ha hecho extensivo tanto a los jugadores, «que siempre la va a tener porque son grandes profesionales», como a la afición y los medios de comunicación.
El técnico barcelonés ha concluido expresando su deseo de que a partir de ahora «cuando el equipo pierda todos pierdan y cuando el equipo gane ganen todos».
Por su parte, García-Pitarch, que no ha ofrecido ningún dato sobre la persona que sustituirá a Paco Herrera, ha reconocido que es «un día duro» al haber cesado por «circunstancias deportivas» a un técnico del que ha asegurado que se trata de «una extraordinaria persona y un magnífico entrenador».
«Igual que nosotros, lo único que quiere es que el equipo salga de esta situación», ha señalado antes de darle la palabra a Paco Herrera, el noveno entrenador que ha tenido el club desde que pasó a ser propiedad del empresario Agapito Iglesias.
La salida Herrera del equipo aragonés, que hoy precisamente cumple su 82 aniversario desde su fundación, supone que el próximo entrenador que lo dirija será el décimo en menos de ocho años, los transcurridos desde que Iglesias compró las acciones del club a Alfonso Soláns, en mayo de 2006.
Víctor Fernández abrió la era del empresario soriano y a partir de ahí, con dos descensos de categoría incluidos, han pasado por el banquillo Ander Garitano, Javier Irureta, Manolo Villanova, Marcelino García Toral, el tándem José Aurelio Gay con Mohamed Alí Hamar ‘Nayim’, Javier Aguirre y Manolo Jiménez.
Al margen del zaragozano Víctor Fernández, quien completó una temporada y media, el único que se mantuvo más de una campaña en el inestable banquillo maño fue el sevillano Manolo Jiménez, aunque su despedida fue con descenso incluido.
