Carlos Boyero ha dado rienda suelta a su antimadridismo en El País. Si en el pasado el crítico de cine ya se metió en líos con José Mourinho, tras calificarle de «nazi portugués» -lo que le valió una demanda, que evidentemente perdió- ahora ‘reaparece’ en la escena futbolística para insultar sin ton ni son a Cristiano Ronaldo.
En una columna de opinión titulada ‘¿El mejor?’, que fue publicada este domingo 30 de marzo de 2014 en el diario de Prisa, Boyero cuenta su preferencia por Leo Messi, a la que vez que critica los gritos de «subnormal» que en ocasiones se le dedica al argentino desde los campos de fútbol. Hasta ahí todo normal. Lo que no es de recibo es la rista de epítetos que le dedica al crack portugués:
Le comparan grotescamente, intentando insultar a lo evidente, con ese pavo adornado de gomina, cuya expresividad y rasgos externos no se caracterizan por nada magnético, que responde con frases huecas y previsibles como el más tonto de la tribu, que, a diferencia de Messi, es un jugador excelente, pero no genial, llamado Cristiano Ronaldo.
Ese ganador frecuentemente patético que escarba en el suelo cuando su lanzamiento de la falta se va al cielo, echa la culpa a sus compañeros, escupe al aire para justificar sus fallos, ese fulano tan desarmantemente estúpido y sincero, convencido de que los que le detestan es debido a la envidia, a que es guapo, rico y jugador extraordinario (no menciona afortunadamente a su preciosa mujer, sería excesivo, humillante para esos admiradores que tienen que compartir a perpetuidad su lecho con Conchas forgianas mientras que se masturban mentalmente con sus goles), y es ridículo.
Pavo adornado de gomina, ganador patético, fulano estúpido y sincero…Esas son las calificaciones de Boyero hacia CR7, que también tiene su ración, como no, para Florentino Pérez:
Y te preguntas cómo es posible que los señoriales socios no clamen contra un presidente especializado en disparates millonarios, el hombre que echó a Del Bosque, el valedor incondicional de Mourinho, lo más abyecto que le ha ocurrido al fútbol, de que hasta el jugador más viejo al más joven, desde el más listo al más tonto, repita sonrojantemente cada que vez que le entrevistan la consigna: «Todos sabemos que el Madrid es el mejor del mundo». Y tan contentos.
