MANUEL JABOIS DESGRANA EN EL MUNDO LAS CAUSAS DE LA CATÁSTROFE

Del Bosque, el entrenador implacable con sus superiores que no fue capaz de serlo con sus subordinados

"Al continuar él seguían sus soldados, estuviesen como estuviesen"

Del Bosque, el entrenador implacable con sus superiores que no fue capaz de serlo con sus subordinados
Vicente del Bosque. RFF

Tras la final de Kiev se sintió en la obligación de fulminar a las leyendas de la selección, quiso dejar el cargo, la tarea de derribo le correspondía a otro...

«Ya no había que plantar a los dirigentes, había que hacerlo con los subordinados». Manuel Jabois desgrana, en su crónica para El Mundo, la tesitura en la que se encontró el seleccionador tras proclamarse victorioso en la última Eurocopa y llegar el momento de pensar en la renovación del combinado.

Cuenta Jabois varios ejemplos de cómo Del Bosque ha cimentado su trayectoria plantando cara a sus superiores:

Poco después de convertirse en presidente del Madrid, Florentino Pérez recibió una petición de Vicente del Bosque: Flavio Conceiçao. El fichaje suponía un gasto superior a 4.000 millones de pesetas que Florentino veía con horror. Del Bosque y él iniciaron un pulso; ganó el técnico. Florentino pagó el dinero y Conçeiçao aterrizó para llenar un cráter tras la salida de Redondo […]

No jugó el primer partido, tampoco el segundo. Ni el tercero. Al cuarto, Florentino, lívido, se dirigió a Del Bosque. «¿Pasa algo con Conceiçao?». Del Bosque frunció el ceño: «No lo veo». Los días siguientes por los reservados de Madrid sólo se escuchaba: «¡No lo ve! ¡4.000 millones y no lo ve! Si yo pago 4.000 millones por una retroexcavadora y el jefe de obra no la ve la empuja él solo».

Pedrerol: «Hemos hecho el ridículo. Es el momento para que Del Bosque diga adiós»

Pero curiosamente, se vio incapaz de hacerlo con sus jugadores cuando se produjo la aplastante victoria contra Italia (4-0) en la final de Kiev:

Del Bosque se sintió en la obligación, intuida después de la final de Kiev, de fulminar a jugadores queridos, leyendas de la selección. Quiso dejar el cargo después de la última Eurocopa; la tarea de derribo y reconstrucción correspondía a otro. La Federación apretó y Del Bosque cambió de idea. Fue el primer paso hacia el desastre. Al seguir él seguían sus soldados, estuviesen como estuviesen, jugasen lo que hubiesen jugado en cualquier estado de forma.

La selección no tuvo en Brasil el compromiso necesario, como coincidieron Casillas y Xabi Alonso. Una victoria ante Holanda podría haberla puesto en rumbo; una derrota la dejó a merced de sus demonios. En el naufragio Del Bosque señaló a jugadores retirándolos del once o del campo, haciendo el trabajo, en medio del partido, que había tenido que hacer en medio de dos años.

Finaliza Jabois:

En la máxima competición del fútbol de élite, Del Bosque tuvo un momento de debilidad: dejó que entrase el amor en su vida. Y se jodió España.

 

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Roberto Marbán Bermejo

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y actualmente cursa el grado de Ciencias Políticas por la UNED, fichó en 2010 por Periodista Digital.

Lo más leído