Que el árbitro que pasó por alto la acción fuera el madrileño Velasco Carballo añade salsa al debate
La brutal entrada que el colombiano Zuñiga propinó a Neymar, con la desastrosa consecuencia del adiós precipitado de la estrella brasileña a ‘su’ Mundial, ha permitido a Mundo Deportivo poner el foco en el lugar de origen del árbitro del encuentro: Velasco Carballo.
El periodista que firma la noticia en MD, Xavi Muñoz, deja caer que el hecho de que Carballo sea madrileño y además, no amonestase al agresor -no está de más recordar que en Colombia tampoco quedaron muy satisfechos con su labor- da mayor relevancia al asunto, como si el propio colegiado hubiera arbitrado ese partido pensando en beneficiar a Real Madrid o Atlético
El colombiano Juan Camilo Zúñiga atropelló a Neymar y ni siquiera fue amonestado. Que el árbitro que pasó por alto la acción fuera el madrileño Velasco Carballo añade salsa al debate, sobre todo en clave de futuro, porque no hace más que alimentar la sensación de que el sambenito de ‘piscinero’ carga de sospecha a la víctima y libera al ejecutor.
Por otra parte, Mundo Deportivo aprovecha el KO de la estrella brasileña para afear a todos aquellos que acusaban de ‘piscinero’ a Neymar durante su primera temporada en el Barcelona.
El caso es que uno puede ser piscinero en su manera de entender el juego y eso no quita para recibir una fea entrada como la de Zuñiga que debería ser sancionada con la mayor dureza, sobre todo tras saberse la lesión que ha provocado:
En el Mundial de Brasil, Neymar ha sufrido parecido acoso al que tuvo en la Liga, sólo que con peor suerte. Ahora una fractura en la tercera vértebra lo deja sin el torneo de sus sueños y fuera de combate durante un mes y medio.
En su primera temporada como jugador del Barça, el delantero fue acusado permanentemente de ser un ‘piscinero compulsivo’. Como la verdad casi nunca es absoluta porque depende también de la interpretación y la intención del observador, con Neymar hay que decirlo todo. Tan cierto es que por su complexión y quizás por instinto de supervivencia tiende a caer fácilmente como que los rivales se aprovechan de esa fama para pegar más duro sin temer un castigo ecuánime.