«La reyerta, una de las más multitudinarias de los últimos años, fue el resultado de una cadena de errores policiales», informa el diario El Mundo tras la trágica pelea entre los grupos radicales de los equipos Atlético de Madrid y Deportivo de La Coruña en la que falleció un hincha del club gallego. Según el diario, «la Policía no actuó aunque conocía la ‘macroquedada'». Una acusación que deja en muy mal lugar a las autoridades.
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El diario El Mundo informa en su portada del lunes 1 de diciembre que la Policía pudo haber hecho más en la reyerta que se vivió entre los ultras del Frente Atlético y los de Riazor Blues en Madrid Río. Según el periódico, las autoridades sabían que los hinchas radicales del Atlético de Madrid se habían citado para un «desayuno» pero no le dieron la importancia que debió tener.
El Mundo en su noticia comenta que la Policía desconocía la llegada de autobuses de los Riazor Blues, a pesar de ello, informan:
La reyerta, una de las más multitudinarias de los últimos años, fue el resultado de una cadena de errores policiales, que comenzaron cuando los hinchas gallegos lograron burlar el control que sobre este tipo de grupos ejercen las Brigadas Provinciales de Información
Y además dan detalles sobre por qué no se consideró el partido de alto riesgo:
Los coordinadores de seguridad de los clubes transmitieron durante la semana la información de la que disponían -para prevenir los posibles choques que pudiera haber- a la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte. Al no existir tal riesgo, según esos informes, dicha comisión valoró el partido de riesgo bajo
A pesar de ello, El Mundo asegura en su información que conoce gracias a una fuente del medio y perteneciente al Atlético de Madrid que la Policía estaba al corriente de la hora y el sitio de la quedada entre ultras:
Un empleado del Atlético de Madrid aseguró a EL MUNDO haber visto un mensaje de Whatsapp de un miembro de la Policía a uno de los mandos relacionados con el fútbol con todos los detalles de la convocatoria, algo que desmienten fuentes de la Policía Nacional. Eso, el Whatsapp, el hecho de que todo se hubiese gestado a través de esa vía, es otra de las disculpas que ofrecían fuentes policiales, que llaman a estas comunicaciones «fuentes cerradas»
Sin duda una información que dará que hablar y que obligará a las responsabilidades a pedir explicaciones para aclarar lo acontecido y los motivos por los cuales falló el protocolo de seguridad.
