Estuvo torpe, se pasó un montón, perdió el control y le ha hecho un agujero de cuidado a Carlo Ancelotti.
Cristiano Ronaldo se enfrenta a una contundente sanción tras la doble agresión realizada este sábado, 24 de enero de 2015, a dos jugadores del Córdoba.
El luso vio la tarjeta roja en la recta final del partido por sacudir una patada a Edimar y un manotazo a Crespo.
Como andaba caliente y un poco frustrado, además se fue a los vestuarios provocando al público local con un controvertido gesto: tocarse el escudo que le acredita como estrella del mejor club de fútbol del mundo.
No esto, sino la acción anterior, considerada como agresión, podría acarrear una dura sanción al portugués.
En la Liga BBVA las agresiones suelen conllevar la pérdida de cuatro partidos, que luego podrían verse modificados en función de los atenuantes y agravantes que se consideren en este caso concreto.
Lo que es casi seguro es que Cristiano se perderá el derbi ante el Atlético, de dentro de dos semanas, y que tendrá poca acción futbolística en el próximo mes, con el Real Madrid eliminado de la Copa del Rey y la Champions detenida por el parón invernal.
El acta aseguró que la expulsión estuvo motivada por «dar una patada a un adversario sin estar el balón a distancia de ser jugado», lo cual abre a interpretación del comité la sanción.
DISCULPAS A TODOS A BORDO DEL AVE
En el viaje de vuelkta a Madrid, a bordo del tren AVE, Cristiano Ronaldo estaba realmente hundido y pidió disculpas.
Jugó mal y eso es lo que más le molestaba. No aportó su calidad al juego del conjunto.
Y para colmo, había dejado a su equipo con diez y menos mal que el desastre ocurrió en el minuto 83, al final del partido.
Aunque es verdad que en esos momentos el Real Madrid solo tenía un empate, un mísero punto, y que poco después, gracias a Gareth Bale, con diez, contra once, se logró la victoria.
Sacó el gales un golpe franco, que él solito había fabricado, los del Córdoba levantaron los brazos, pitó el árbitrro el preceptivo penalti y Bale acribiñlló al portero y sumó otros dos puntos en favor del líder.
El británico, acusado de no dar pases de gol al portugués, salvó el gaznate al Balón de Oro cuando más lo necesitaba.
Tampoco Sergio Ramos tuvo suerte. Podía hberse metido la smanos en los bolsillos, si los hubiera tenido, pero tocó el balón y le pitaron penalti.
Todos los contactos del balón con los brazos son pena máxima.
