Aunque es feliz en el conjunto rojiblanco, Moyá sabe que lo tendrá difícil para arrebatar la titularidad a Oblak la próxima temporada.
Esto no deja de ser algro frustrante para el guardameta, que antes de su lesión, a base de grandes actuaciones, se había convertido en un fijo para Simeone. Ahora, una tentativa del Oporto, podría llevarle a la liga portuguesa. Sin duda, una buena opción si quiere seguir disfrutando de minutos.