El prresidente madridista intentará en China dar un vuelco a la situación

Florentino Pérez ofrece 8 millones de sueldo y ‘bonus’ para que Sergio Ramos se quede en el Real Madrid

«Esto se soluciona con una charla a calzón quitado entre el presidente y Sergio»

El máximo responsable del Real Madrid hablará de tú a tú con el futbolista, sin ayudantes ni representantes

«Esto se soluciona con una charla a calzón quitado entre el presidente y Sergio».

Es el pensamiento de los profesionales del Real Madrid. Y es lo que desean que se produzca desde hace mucho tiempo. Desde que la situación explotó en septiembre del año pasado, cuando la oferta y la contraofertade renovación significó que se rompiera la negociación.

Explica Tomás González-Martín en ‘ABC‘ que esa reunión entre Florentino Pérez y Ramos es lo que desean en el seno del club desde que en junio renació el dilema con la petición de traspaso que Ramos hizo ante José Ángel Sánchez, director general del club (Modric se ‘moja’ sobre el futuro de Sergio Ramos: «No tenemos que pedirle nada porque él se quiere quedar»).

«Escuchad ofertas», pidió el jugador. Argumentó que tenía una propuesta del Manchester United por la que percibiría once millones netos durante cinco años (La brutal cantidad que exigen para vender a Ramos).

El club madrileño había subido su oferta a 7,5 millones. Ahora, Florentino Pérez ha llegado a China para incorporarse a la gira y hablar largo y tendido con el capitán. Quiere que sea el líder de la plantilla.

El máximo responsable del Real Madrid hablará de tú a tú con el futbolista, sin ayudantes ni representantes, para realizarle una proposición económica superior: ocho millones netos por temporada durante cinco años, lo que significa ochenta millones brutos, más bonus por triunfos o consecuciones individuales (Van Gaal: «Puede que Sergio Ramos esté en nuestra agenda»).

El dinero es el aspecto fundamental en este litigio. En el fútbol, el cariño se demuestra con los salarios. Pero las dos partes asumen que tan más importante como el sueldo fijo es aclarar malentendidos y solucionar todos los antagonismos nacidos a partir de un desencuentro económico que comenzó nada más ganarse la Champions, cuando Sergio y René Ramos rechazaron la propuesta de renovación de la entidad.

El diálogo que en los próximos días mantendrán Florentino Pérez y Ramos marcará el futuro.

El jugador ha negado públicamente que haya negociado con el Manchester United, sencillamente porque oficialmente no puede hacerlo, al quedarle dos años de contrato con el Real Madrid. Sería sancionado por la FIFA. Pero ha presentado esa oferta en el Bernabéu.

El antagonismo entre el capitán y el club ha sido aprovechado por Van Gaal para mezclar el caso Ramos con la marcha de David de Gea. Hay que decir una gran verdad: con independencia de la necesidad de un defensa que manifiesta el Manchester, lo cierto es que el club dirigido por los Glazer abrió esta brecha con Ramos en respuesta al deseo de su guardameta de firmar por el Real Madrid. Es una revancha interna entre dos grandes.

El entrenador del conjunto inglés ha solicitado a Ramos que exponga sus deseos, en un capítulo más del enfrentamiento dialéctico. El defensa no lo ha hecho hasta ahora. Es futbolista del Real Madrid y piensa que quizá no deba exponer en público la propuesta realizada por Ed Woodward, director ejecutivo del United. Su idea es esperar a la cumbre que mantendrá con el presidente para tomar una determinación.

Las posiciones, ahora mismo, están enfrentadas. La reunión «a calzón quitado» será dura. Ramos se negó a renovar en 2014, nada más conquistar la Copa de Europa, porque solicitó ser considerado un futbolista del máximo nivel. Pidió diez millones netos anuales. El Real Madrid le ofreció 6,5 millones netos en un contrato entonces por seis años, hasta 2020.

El futbolista se enfadó hace un mes al ver publicada su petición de diez millones por campaña, ahora durante cinco años, lo que supondría 102 millones para el club. Se sintió acusado de pesetero. Expondrá esa queja al dirigente de la entidad. La casa blanca, por su parte, considera que el jugador no se ha comportado bien al filtrar que la oferta de la entidad era un menosprecio a su rendimiento. Las formas no han gustado.

El diálogo eliminará viejas cuitas. Ahora mismo, Ramos quiere irse y, en todo caso, piensa hacerlo en julio de 2017, cuando quede libre. Pero el Real Madrid lo cataloga como «intransferible». Solo se marchará si el United paga los doscientos millones de euros de su cláusula de rescisión.

Florentino Pérez intenta ahora dar un vuelco a la situación. Y conseguir su renovación. Que sea un líder dentro y fuera del campo.

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