Como ya desvelamos en LAOTRALIGA, el conjunto hispalense está obligado a comprar al italiano se gane la confianza de Emery o no.
Así lo pactó con el Borussia cuando este verano cerró una cesión por la que pagó 3 millones de euros. 8 millones son los que quedan pendientes y a los que está obligado el Sevilla a abonar para hacerse en propiedad con Immobile. No obstante, eso no garantiza la continuidad del delantero en el equipo. Su situación recuerda mucho a la de Iago Aspas; cedido por el Liverpool, comprado después y días más tarde vendido al Celta de Vigo.