Rascarse el bolsillo y pagar más de 20 millones por el delantero del Celta es algo que no entra en los planes del Barcelona por mucho que éste sea una petición de Luis Enrique.
En el conjunto azulgrana prefieren esperar al próximo verano y apostar por un jugador de mayor proyección que pueda llegar al club a un precio inferior. Y es que, pese a su gran rendimiento, los 29 años de Nolito pesan como una losa en la directiva culé.