El seleccionador nacional de fútbol, Vicente del Bosque, esquivó este miércoles cuestiones sobre su futuro al frente del combinado nacional, dejando claro que «la obligación» es primero defender el título de campeones de Europa en Francia y que «luego habrá tiempo para hablar» sobre su continuidad.
«Si Dios quiere seré seleccionador hasta junio de 2016 cuando intentaremos defender el título de campeones de la Eurocopa. Antes hay cuatro partidos de preparación y luego los oficiales, así que son muchos meses. Vamos a cumplir con esta obligación de intentar defender el título de 2012 y luego ya habrá tiempo para hablar», apuntó Del Bosque en Valladolid, donde recogió el Premio Extraordinario del Complejo Hospitalario Benito Menni por su contribución en la defensa de los derechos de las personas con discapacidad. Sobre la campaña que se ha iniciado en Holanda para que Marco Asensio, campeón de Europa con la selección española Sub-19 y actualmente en la Sub-21, opte por jugar con la ‘oranje’ por tener la doble nacionalidad por su madre, el salmantino recordó que España cuenta con «buenos jugadores jóvenes». «De momento está en la Sub-21 y eso es ya un síntoma de aprecio», añadió, de cara a la posibilidad de hacerle debutar con la Absoluta para que no pudiera jugar con la holandesa. Por otro lado, aprovechando su paso por Valladolid y que el equipo de la ciudad acaba de destituir a Gaizka Garitano para sustituirle por un amigo suyo como Miguel Angel Portugal, el técnico lamentó «la mala noticia» del cese del preparador vasco, aunque celebró la llegada de «un amigo». «Es una alegría que Miguel ángel pueda trabajar, aunque una de las peores cuestiones que un club puede padecer es echar a un entrenador. Es una persona que me cae bien, muy preparado, con buena experiencia y muy buena formación, y que lleva muchos años siendo entrenador», opinó. De todos modos, sabe que la Liga Adelante es «muy difícil» y aseguró que «hay tan pocas diferencias» entre los equipos que «el estar arriba o abajo muchas veces no tiene que ver con la preparación del entrenador» y que «cualquiera que se descuide lo pasa mal». «TODOS DEBEMOS TENER UN MINIMO COMPORTAMIENTO SOCIAL»En relación con su premio, Del Bosque destacó la obligación de tener «un mínimo comportamiento social» por parte de todos, así como «solidaridad o comprensión» con los que tienen dificultades, afirmando que nadie debe ser elogiado por su «bondad», porque todas las personas son «bastante imperfectas» y recalcando que intenta tener este comportamiento desde su responsabilidad como entrenador y representante de un país.
El seleccionador, en el marco de un acto en el que los propios pacientes del centro hospitalario le hicieron un conjunto de preguntas, explicó que este martes fueron a su casa dos personas con ELA (esclerosis lateral amórfica), algo que hace que uno se dé cuenta de que debe dar un sentimiento de apoyo a las personas que no gozan de salud. «Todos somos potenciales enfermos», advirtió Del Bosque, quien indicó que todos deben tener «solidaridad o comprensión» con aquellas personas que tienen alguna dificultad. En cuanto a los valores que transmite el deporte, cree que es algo de todas las épocas que se debe preservar y trasladar a la sociedad. «Creo que como estamos en el escaparate permanentemente tenemos más obligaciones que otros que no están», subrayó, para posteriormente aclarar que, a su juicio, no se han perdido estos valores y los jugadores de la selección pueden «presumir», al margen de haber ganado o perdido, de un «buen comportamiento». Durante la entrega del reconocimiento, el director gerente del Centro Hospitalario Benito Menni, Antonio Rodríguez, aseguró que Vicente Del Bosque «representa muchas cosas» como padre o esposo, pero que además es un «hombre bueno» y trata de que esa «bondad» a través del deporte sea «solidaridad» y además tiene la oportunidad «que otros no tienen» para hacer ver que es posible. El galardón, entregado por un niño y una persona con discapacidad y que consiste en una escultura de Andrés Coello, forma parte de los Premios C.H. Benito Menni, creados en 2012 para reconocer a aquellas personas físicas e instituciones que durante su trayectoria han contribuido a la defensa de los derechos de las personas con enfermedad mental.
