Este es un domingo tentador para los entusiastas del sillón-bol. Desde las motos (y el Athletic) por la mañana hasta el fútbol a toda pastilla por la tarde.
Escribe Alfredo Relaño en ‘AS‘ este 8 de noviembre de 2015 que casi da rabia que en algunos lugares, entre ellos Madrid, haga tan bueno.
Apetecería frío y lluvia, para sentirse uno más cómodo con su conciencia en la decisión de no salir de casa. Y, aun desde el vicio futbolero que a uno le atrapa, hay que reconocer que la perla de la jornada es la carrera de motos de las dos de la tarde, cuya expectativa mejora incluso la de todo un Sevilla-Madrid. Por sus competidores y por los antecedentes, es la carrera del siglo.
Hemos oído hablar mucho de la patada, de si fue o no fue. Aquí no hay moviola, aquí hay telemetría, y ni aun con eso se avienen las versiones. Después de escuchar a tantos, tengo la impresión que esto divide al mundo en dos: los hinchas de Rossi y el resto.
Sólo que los de Rossi son mayoría (gran mayoría, pero no la totalidad) entre los moteros. ¿Le chinchaba Márquez? ¿Le dio patada para tirarle? ¿Fue un acto reflejo? En todo caso, eso eleva al máximo la curiosidad por ver el desenlace de esta carrera, a la que Rossi llega con siete puntos más pero sale el último. Y Lorenzo hizo ayer pole con récord.
En la salida, entre Lorenzo y Rossi habrá setenta metros y veinticuatro competidores. Rossi pasará una carrera de obstáculos hasta situarse al menos, sexto. La cuestión es cuánto tardará, hasta dónde se le habrán escapado los de arriba cuando salga de la maraña. La carrera se espera, pues, cargada de intensidad desde el arranque, y también sospechosa de intrigas.
Lo de Sepang fue desagradable, desde luego, pero lo de hoy se presenta apasionante, con tres campeones mundiales en pista y tantas cuentas por saldar. Y luego, Barcelona-Villarreal, Atlético-Sporting, Madrid-Sevilla… Sí. Para no salir de casa.
