Y he aquí que Florentino se presenta ahora como un perseguido de aquellos ultras, que nunca le invitaron a la cámara de gas
Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, explicaba este 23 de noviembre de 2015, en su comparecencia ante los medios de comunicación, que los gritos que se escucharon en el estadio Santiago Bernabéu exigiendo su dimisión eran obra de los Ultras Sur–Florentino Pérez: «Rafa Benítez tiene plenos poderes y va a seguir como entrenador del Real Madrid»–.
«Hace dos años echamos a los violentos, pero son ellos los que siempre empiezan el cántico que pide mi dimisión»
Alfredo Relaño, director de As, ha advertido a sus lectores lo «bien que le han venido» a Pérez los ultras del Fondo Sur, los mismos a los que ahora acusa de ir contra él, como cuando por ejemplo cantaban aquello de «Marca y As, cámara de gas», en la época más dura del ‘mourinhato’:
Florentino presentó un salvavidas, los Ultrasur. ¡Qué bien le han venido! Cuando llegó, estaban en un lateral del Bernabéu, desplazados allá tras el destrozo de la portería del día del Borussia. Lorenzo [Sanz] los sacó del fondo sur, pero el florentinato pensó que no era para tanto
Recuerda:
Entonces surgió el grito, coreado por los peores, que eran muchos: «Marca y AS, cámara de gas». Ese cántico no lo criticaron ni Florentino ni sus pelotilleros. Quedó como himno golfo del íncubosúcubo engendrado en la tenebrosa relación entre Florentino y Mourinho, de la que alguien les perdone.
Ni aquí ni en Marca ha ido nadie a ninguna cámara de gas, felizmente. Hoy, los exaltados que nos deseaban tan feo destino ya no son bienvenidos en el Bernabéu. Eran más mourinhistas que madridistas y no han resistido el despido de su líder moral, aquel entrenador tan borde.
Y he aquí que Florentino se presenta ahora como un perseguido de aquellos ultras, que nunca le invitaron a la cámara de gas. Ahora se reclama de ser víctima de la persecución de esos mourinhistas defraudados, a los que él ilusionó. Pues yo le doy ánimo: que le ataquen, le viene bien. Son tan brutos que ni se dan cuenta.