El conjunto verdiblanco quiere matar dos pájaros de un tiro. Por un lado pretende deshacerse del holandés, pretendido por el Antalyaspor, y liberar así una de las fichas más elevadas de su plantilla. Por otro, solicitar al Barcelona la cesión de Sandro Ramírez.
Sin sitio en el equipo azulgrana, y más si llega Nolito en el mercado invernal, en el Camp Nou no pondrían obstáculos a su salida. Consciente de ello, Eduardo Maciá ya habría conversado con Robert Fernández al respecto.