La Comisión de Apelación de la FIFA ha concedido la suspensión cautelar de la sanción que le impuso al Real Madrid y al Atlético, castigados sin poder fichar durante un año.
Con esta decisión, los dos equipos podrán inscribir jugadores en el próximo mercado de verano, a la espera de la resolución definitiva.
Se prevé que esta podría llegar dentro de seis meses, en plena ventana de fichajes, por lo que si se ratificara el castigo afectaría a los siguientes periodos establecidos para la transferencia de jugadores, lo mismo que pasó con el Barcelona, que aprovechó la cautelar para adquirir a Rakitic, Luis Suárez, Ter Stegen y Mathieu.
El máximo organismo del fútbol mundial tomó la decisión de sancionar a ambos clubes por entender que habían infringido el reglamento sobre la contratación de jugadores internacionales menores de 18 años.
Además, impuso una multa de 822.500 euros al Atlético y de 329.000 al Madrid.
En el conjunto blanco, la FIFA vio irregularidades en 39 jugadores, de los cuales ocho habían motivado la sanción.
El anuncio del castigo hizo que José Ángel Sánchez, director general corporativo del Real Madrid, saliera por primera vez en 10 años a dar una rueda de prensa.
En ella, quiso denunciar lo que en su opinión era una injusticia subrayando que uno de los jugadores por los que se había incurrido en irregularidades era uno de los hijos de Zidane:
«Las argumentaciones son tan erróneas que conducen a circunstancias absurdas como tener en la cantera al hijo de Zidane o al hermano del exjugador Ezequiel Garay. El resto de los casos que obran en el expediente son exactamente iguales».
En el Atlético de Madrid, fuentes del club aseguraron entonces que las operaciones bajo sospecha de la FIFA podían afecta a 100 jugadores.
Los dos anunciaron que iban a recurrir y se mostraron decididos a llegar hasta el Tribunal de Arbitraje Deportivo si hiciera falta.
