¿Os dais cuenta que nos jugamos el futuro, vosotros y yo?: No metemos la pierna y somos el Real Madrid. Perdemos muchos balones así
Bronca. Rapapolvo. Zinedine Zidane comenzó a pedir explicaciones a ciertos futbolistas nada más finalizar el derbi, como hacían Ancelotti y Mourinho, en caliente.
Nada de mascullar en casa el enfado. Mejor soltar al instante lo que quieres transmitir: el enfado, la indignación por correr menos que el rival.
«Falta de actitud, no luchamos como los rivales».
El lunes y el martes ha dialogado con toda la plantilla, con los lesionados y los disponibles, en grupo y en privado.
Los datos de Bettoni y su cuadro técnico son como el algodón blanco, no engañan: cada jugador del Atlético corrió 1,1 kilómetros más que cada hombre del Real Madrid.
El francés ha sido directo ante sus pupilos. Dialogó particularmente con James e Isco, pitados al ser cambiados en el duelo madrileño.
Pero la culpa no es monopolio de ellos, sino de todos. Solo Keylor, Carvajal y Danilo dieron la talla el pasado sábado.
Toni Kroos y Luka Modric quisieron y no pudieron, sin ayudas del colombiano y el malacitano. El resto suspendieron. Algunos, con un cero.
El responsable del Real Madrid tomará medidas drásticas desde hoy. Se juega su porvenir. Ya lo hizo al sentar a James e Isco frente a Simeone.
Ya no mirará por los futbolistas en los que confió y no le han respondido. Ha sido crudo en sus mensajes:
«No quiero ni un partido más así. No metemos la pierna y somos el Real Madrid. Perdemos muchos balones así. Ni una relajación mas. Ahora tenemos dos finales, frente al Levante y el Celta. Las tendremos todas las semanas».
Está desencantado con la carencia de carácter del equipo en general y de varios profesionales en particular.
Remover sus conciencias
Le han decepcionado Isco, James y Jesé, a los que dio todo su apoyo el 4 de enero, nada más firmar su cargo, y no le han devuelto esa fe. Lucas Vázquez pagó aquella decisión y ahora ha vuelto a contar para el francés.
Pero también le ha sorprendido el bajo rendimiento de Varane, Kroos, Cristiano y Ramos en los momentos complicados.
El alemán y el portugués, al menos, luchan y quieren.
No se les puede achacar esa falta de actitud que sí ha notado en algunos centrocampistas cuando el equipo no funciona.
En esa situación, en vez de ayudar se han escondido. Y les ha pedido reaccionar. Ha sido una bronca positiva, buscando remover sus conciencias:
«¿Os dais cuenta de que todos nos jugamos el futuro, vosotros y yo?».