El entrenador del PSV Eindhoven, Phillip Cocu, ha asegurado que ha finalizado el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones con «una sensación contradictoria», tras quedar apeado del torneo en los penaltis, explicando que sintió «orgullo» y «decepción» a partes iguales.
«Tengo una sensación mezclada, contradictoria. Por un lado, mucho orgullo, los partidos contra el Atlético los hemos jugado bien, con mucha clase. Por otro lado, la clasificación ha estado muy cerca, con los penaltis por medio, y es una decepción», declaró el técnico, que se despidió de la ‘Champions’ plantando cara en campo colchonero. El equipo holandés dispuso de una ocasión clave en el segundo tiempo que pudo haber cambiado el rumbo de la eliminatoria, algo de lo que se lamentó el exfutbolista. «Nunca se sabe qué podría haber pasado, la posibilidad ha sido muy grande. Si marcamos un gol, ellos tenían que marcar dos. Tampoco hemos creado muchas ocasiones de gol, necesitábamos un poco de suerte», dijo. Cocu dio entrada a Narsingh en el minuto 118, el hombre que finalmente erró el penalti clave, aunque negó que su cambio por De Jong fuera debido a una estrategia. «De Jong tenía fuertes calambres, así que el cambio fue obligatorio, aunque tuve que esperar porque Guardado también tenía problemas físicos», comentó. El míster contó con mayores problemas para frenar las embestidas atléticas, en un tramo en el que su marcaje especial a Koke no dio resultado. «Ellos han cambiado su sistema en la segunda parte. Tuvimos algunas dificultades cuando pusieron a Carrasco en banda y nosotros tuvimos dificultades en la banda izquierda con cinco hombres atrás, aunque sin muchas ocasiones de peligro en contra», reconoció. «Koke está jugando por todo el medio del campo durante todo el año y hay que taparle, es un trabajo que es muy importante hacerlo para bien del equipo», finalizó, escasos minutos después de ver cómo se esfumó el sueño europeo del PSV.
