Tras el sorteo de la Champions que emparejó al Real Madrid con el Manchester City, los jugadores del conjunto blanco analizaron en el vestuario el enfrentamiento de semifinales y sus posibilidades, sabiendo que les había tocado lo mejor que les podía pasar.
Uno de los más entusiastas tras el sorteo era Cristiano Ronaldo. El luso ya admitió que le gustaría jugar contra el Manchester City, ya que era de los rivales más débiles. El mensaje del portugués al resto de sus compañeros era claro: tienen una oportunidad de oro para plantarse en la final de la Champions.
Tras una temporada difícil, el luso está más convencido que nunca que puede ser el año de la undécima. Además, le motiva especialmente jugar contra el Manchester City, rival del United donde empezó a hacerse un nombre.
Cristiano quiere plantarse en la final de Milán y está deseando enfrentare al Bayern de Guardiola, y es que tiene cuentas pendientes con el técnico catalán.