Manuel Pellegrini concedió este viernes una interesantísima entrevista en el diario MARCA en la que, entre otras cosas, dejó clara su visión sobre el año que pasó en el Real Madrid y cómo fue despedido del conjunto blanco al final de la temporada 2009-2010. El chileno, que asegura que los merengues son «el rival que quería» su Manchester City de cara a las semifinales de la Champions League que enfrentarán a ambas escuadras y que generarán morbo, admitió cierto malestar con todo lo que pasó entonces.
Lo curioso es que Pellegrini afirma que estuvo a punto de marcharse de motu propio antes de que empezase la temporada por decisiones del club que no le gustaron. De ese modo, y por temas relativos a su relación con la entidad, sabía que no seguiría en el cargo desde mucho antes de producirse los dos episodios que, supuestamente, siempre han contado como «los partidos que le echaron»: la eliminatoria de la Copa del Rey ante el modesto Alcorcón, con la derrota por 4-0 de los blancos, y la caída en octavos de final de la Champions ante el Olympique de Lyon.
«A aquel Real Madrid le faltaron dos jugadores claves que fueron traspasados. Uno fue Robben, que ganó la Liga con el Bayern. El otro, Sneijder, ganador de la Liga con el Inter de Milán. Ambos se enfrentaron en la final de la Liga de Campeones en el Bernabéu. El fastidio me llevó a pensar en la renuncia en la pretemporada, pero Jorge Valdano me convenció para que no la presentara. También nos faltaba un centrocampista creativo. Teníamos muchos delanteros y pocos centrocampistas. No era una plantilla para ganar la Champions, pero sí para superar los octavos y alcanzar mejores cotas», asegura un Pellegrini que nunca pudo implantar su idea de juego en el Madrid.
«En el interior del club, estuve en las condiciones más adversas», prosigue. «Intenté siempre sobreponerme, tener buenas relaciones con los jugadores y llegar a un buen nivel futbolístico en la Liga.
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