Los jugadores del FC Barcelona han programado una comida de hermandad para después del entrenamiento de esta mañana con el fin de poner en marcha una conjura que permita al equipo liquidar la actual temporada con el doblete: Liga y Copa. La iniciativa ha partido de los propios jugadores, liderados por Gerard Piqué y Andrés Iniesta, y es una muestra del compromiso con el club y el deseo de generar un clima de amistad más allá de la relación profesional que mantienen entre ellos.
La plantilla barcelonista es consciente de que un hipotético triunfo del Real Madrid en la Champions League taparía mediáticamente sus éxitos en las competiciones españoles, pero, a la espera de lo que haga el equipo blanco en Europa, los hombres de Luis Enrique quieren hacer los deberes y no fallar en su objetivo de lograr el doblete, que confirmaría al Barça en su posición hegemónica mantenida durante el siglo XXI tanto en España como en Europa.