El Barça va camino de ser el hazmerreír de Europa. Con la caja más seca que la mojama, Qatar Airways dando la espalda al club, Nike produciendo las camisetas sin espónsor, el Barcelona del triplete, de los cinco títulos de seis posibles, no le salen los números.
Los cracks del equipo exigen, no piden, aumentos de sueldo que están ahogando a una entidad que además ve como las posibles ventas -jugadores sin sitio en el equipo- apuntan a la baja. Unas rebajas forzadas que están sacando los colores en el Barça.
Si esta semana era el Liverpool el que no llegaba a los 10 millones por Vermaelen, jugadores por el que el Barcelona pagó el doble, la informaciones que llegan por otros efectivos con al etiqueta de ‘molestos’ no son mejores. Alves pide la carta de libertad para salir y negociar un contrato de campanillas, si no se queda.