La plantilla del FC Barcelona ha acogido con indignación la filtración de la bronca de Luis Enrique a los jugadores en el descanso del partido que el sábado enfrentó al Betis y al FC Barcelona en el Benito Villamarín. El hecho de que la primera parte acabara con empate a cero, un resultado que dejaba al Barça sin Liga tras las victorias del Atlético y Real Madrid, y que los dos goles del triunfo azulgrana llegaran en la segunda mitad ha servido para que parezca ante la opinión pública que la reacción del equipo se produjo gracias a la intervención de Luis Enrique, que de esta manera capitalizaría el éxito barcelonista en Sevilla.
Luis Enrique habrá podido ganar crédito ante los aficionados barcelonistas, pero lo ha perdido entre sus jugadores, que no esperaban una filtración de esta naturaleza que da a entender que salieron a Sevilla a pasearse hasta que Luis Enrique les llamó la atención.
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