La primera parte de James Rodríguez el pasado sábado en Anoeta frente a la Real Sociedad volvió a dejar dos evidencias: el colombiano está lejos de su mejor versión de blanco, pero al mismo tiempo es un jugador al que no le hace falta mucho para dejar su sello en los partidos en forma de cosas que suman: un disparo peligroso a puerta, un pase de gol… es capaz de aprovechar de forma muy aparente los minutos de que dispone, pese a que no esté en su mejor momento.
Precisamente esto se pondrá sobre la mesa de Zinedine Zidane porque finalmente el francés ve truncadas sus intenciones sobre el once titular que tenía en la cabeza para la vuelta contra el Manchester City.
El galo no podrá contar con Casemiro por lesión, y esto hará que tenga que entrar necesariamente un centrocampista de los no habituales, a saber: Isco, el propio James o Kovacic.
Lo lógico sería que fuese Isco el elegido.