El PSG no se rinde. El club parisino piensa tirar de talonario para formar un equipo realmente temible con vistas a la temporada que viene. Cuando acabe el presente curso, dispondrá de 300 millones de euros para gastárselos en tres fichajes de campanillas que ponen en alerta al Barça, al Real Madrid y al Chelsea.
El propietario del club, el qataría Nasser Al-Khelaïfi, se ha cansado de que el rendimiento en Europa del equipo no haya respondido nunca a sus expectativas. Por eso, tomará medidas drásticas.