El Real Madrid jugará la final de la Liga de Campeones en Milán contra el Atlético de Madrid tras derrotar al Manchester City (1-0) en el partido de vuelta gracias a un único tanto de Gareth Bale, mediada la primera parte, que lleva a los merengues al sitio preferido de su historia.
Nadie ha estado tantas veces en una final de la Copa de Europa como el Real Madrid. La competición que forjó su leyenda, la más laureada del siglo XX en el ‘Viejo Continente’, verá a los blancos en una nueva pelea por el título. Como en Lisboa hace dos años, su oponente será el Atlético del ‘Cholo’ Simeone, matagigantes del fútbol continental.
Este miércoles, sin brillantez pero con oficio, el Real Madrid fue mucho mejor que el Manchester City, aunque su escasa eficacia de cara a gol le llevó a sufrir un final de infarto. Un disparo del ‘Kun’ Agüero, a un minuto para el final, convirtió el coso blanco en un manojo de nervios. Nadie acertaba a marcar el segundo y acabar con la agonía hasta que llegó el pitido final.
Los de Zidane se dejaron contagiar por el ambiente de las grandes noches europeas y pronto le dijeron al City que no estaban dispuestos a especular. La presencia en ataque de Dani Carvajal volvió a ser decisiva y una de sus internadas propició el primer y único tanto de la eliminatoria. Un pase del lateral diestro sirvió para que Bale batiese a Hart tras un fuerte disparo.
El galés, cuyo golpeo tocó en Fernando, la puso en la escuadra contraria y, después de pegar en el palo, colocó el 1-0 para hacer estallar el Bernabéu. Milán empezaba a estar más cerca para un Real Madrid que fue a más con el paso de los minutos. Jesé, el recambio de Benzema, reclamó un posible penalti por manos de Mangala e Isco se ganó el continuo aplauso de la grada con su trabajo lejos de la zona de creación.
En los ingleses, Agüero llevó la corta bandera del peligro. El argentino, con posición volátil, buscó las cosquillas a la zaga blanca, pero sobre todo un De Bruyne que permitió a Fernandinho disponer de la ocasión más clara del City en la primera mitad. Un lanzamiento ajustado acabó en el palo y apunto estuvo de poner tablas en Chamartín.
Antes, los merengues habían tocado hueso en otro remate de Pepe. Una falta lateral, con remate del central portugués, fue anulada por fuera de juego. La sensación era de dominio blanco, de que los pupilos de Manuel Pellegrini no podían frenar las ofensivas locales. Ni Otamendi ni Clichy, el más acertado en los ‘citizens’, supieron frenar la sangría de los primeros minutos tras el descanso.
EL MADRID DOMINA, PERO NO SENTENCIA
Primero Modric, en un mano a mano que erró ante Hart, y después en un cabezazo de Cristiano que antecedió a otro de Bale que terminó en el palo. Fueron los mejores minutos de los madridistas, pero no sirvieron para amarrar el pase y mandar al City a la lona. Los de Manchester dieron señales de vida de forma muy intermitente.
Lo intentó De Bruyne con una falta lateral, minutos antes de que Agüero apunto estuviera de silenciar la capital de España, pero ahí concluyó el repertorio de los ‘sky blues’, cuya primera presencia en semifinales terminó con rendición ante el dueño de la competición.
El Real Madrid volverá de esta forma a pelear por la ‘Champions’ sólo dos años después de su último título, precisamente ante los vecinos colchoneros. Será la decimocuarta final de su historia, la segunda en tres años. El partido de partidos que permite justificar el proyecto blanco por muchos problemas que parecía que tenía el Madrid allá por el mes de marzo.
