En Don Balón nos venimos haciendo eco este viernes de las noticias que apuntan a la enorme progresión que está teniendo Gareth Bale en sus últimas semanas. El futbolista del Real Madrid atraviesa su mejor momento en España desde que fichó por el conjunto blanco en el verano de 2013, y su peso en el equipo empieza a ser no sólo notable, sino fundamental. Ha superado a Cristiano Ronaldo como futbolista que se ha echado el equipo a la espalda en ataque debido a los problemas físicos del portugués, y está demostrando que el cartel de líder no le viene grande. Por todo ello, ya son bastantes las voces que empiezan a verle postulándose como alternativa a los dos cracks que han copado el podio del Balón de Oro en los últimos años.
El caso es que Bale, que fue fichado por el Madrid entre otras cosas por su potencial de Balón de Oro, nunca se había acercado a estar al menos entre los finalistas del galardón tanto como ahora. Pero lo que más puede enorgullecer a las altas esferas de la entidad merengue es que han sabido tener paciencia y constancia con el galés, que hasta hace bien poco era silbado casi en cada partido en el Bernabéu. Su falta de adaptación del fútbol británico al español, su poca relevancia en el juego, una temporada anterior en la que las cosas no le salieron nada bien y sobre todo muchas lesiones le habían lastrado personalmente, y eso había hecho que parte del Bernabéu le cogiese manía.
Por todo ello, Bale vuelve a estar en boca de todos. Más que el que ha sido su espejo con respecto a intentar ganar el Balón de Oro en un futuro no muy lejano, Neymar. El brasileño fue fichado por el Barça al mismo tiempo que el Madrid firmaba a Gareth, por lo que la prensa española no tardó en forjar una fuerte rivalidad entre ambos, más de marketing que la normal por jugar en los dos eternos rivales, que se fundamenta en la creencia de que ambos están llamados a disputarse los Balones de Oro del futuro, como hacen Messi y Cristiano Ronaldo desde 2008 de forma ininterrumpida.
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