El FC Barcelona está dispuesto a hacer un esfuerzo económico para satisfacer las demandas de Neymar y su entorno en la negociación del nuevo contrato que vinculará al jugador brasileño con el club catalán hasta 2021. Pero también quiere guardarse las espaldas ampliando el precio de su libertad de forma proporcional al aumento de los ingresos del jugador.
La cláusula de rescisión de Neymar está tasada en este momento en 190 millones y Bartomeu quiere elevarla a 220 millones para espantar a los moscones que pudieran estar interesados en su estrella. Sin embargo, el padre de Neymar se muestra reacio a aceptar está condición del club y exige mantener en 190 millones la cláusula.